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* Al trascender por peticiones de transparencia las tres últimas declaraciones hechas por el ex gobernador, Olvera Ruiz, llama la atención que no reportó ningún inmueble, vehículo o al menos una casa del INFONAVIT, solo algunas inversiones que curiosamente no reportaron un solo peso de ganancia en un año; los informes demuestran que Paco Olvera busca denodadamente ser diputado federal para tener fuero y no ser investigado y enviado a prisión junto con su ex compadre y ex socio, Pablo Pérez
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
Al tomar la calculadora y hacer un ejercicio de aritmética básica sobre las declaraciones fiscales y patrimoniales presentadas por el ex gobernador Paco Olvera, en los años 2014, 2015 y 2016, puede asegurarse que el ahora candidato a diputado federal, trata de asumir una Pobreza Franciscana, que sencillamente no le queda porque, ojo, en esta información que comienza a trascender por peticiones de transparencia, Olvera Ruiz no enteró sobre el patrimonio de ninguna propiedad a su nombre ni de su esposa e hijos.
En votos de austeridad y renuncia a la riqueza, San Francisco de Asís se quedó corto en comparación a su tocayo, Paco Olvera.
Y mire usted sino es así, porque que de acuerdo a sus rasurados informes Paquito ha de vivir rentando pues según él no cuenta con una casa de su propiedad, vamos ni siquiera un departamentito de interés social del INFONAVIT, al menos un vehículo de holograma dos.
Pero vayamos a sus ingresos declarados en el 2014 donde según el ex mandatario estatal, percibió 777 mil 849 pesos; es decir, 64 mil 820 pesos mensuales. En el 2015, su salario como gobernador se incrementó a un millón 425 mil 701 pesos al año, lo que significó un ingreso mensual de 118 mil 808 pesos; en 2016, su último año en funciones, percibió un millón 501 931 pesos, esto es que mensualmente su salario fue de 125 mil 160 pesos.
En total, de esos tres años, Paquito percibió tres millones 705 mil 481 pesos. Pero sucede que no informó sobre su situación patrimonial de 2011, 2012 y 2013; esto es, durante los tres primeros años de su administración.
¿Por qué? Eso solo el aspirante a una curul de San Lázaro lo sabe y sería bueno que comience a explicarle a los hidalguenses las razones de este incumplimiento que por ley le hubiera significado la inhabilitación de su cargo.
Sigamos con el ejercicio aritmético: en las declaraciones de “Paquito de Asís”, reportó en el 2014 tres inversiones por 831 mil 868 pesos; mismas de las que nuevamente en el 2015, enteró a las autoridades, vea usted, por el mismo monto de 831 mil 868 pesos. Y nos preguntamos, como usted seguramente también lo hará: ¿en qué tipo de inversiones tenía el ex gobernador su dinero que en un año no le generaron un solo peso de ganancias?
¿Puede darse por buena la honestidad de Olvera Ruiz cuando sencillamente ocultó sus tres primeras declaraciones como gobernador y cuando las presentó no reportó ni una sola propiedad o al menos algún vehículo?
Mentir en asuntos de declaraciones patrimoniales es un delito muy grave, sobre todo tratándose de quien fue gobernador del Estado.
Y sencillamente quienes le conocen, su familia incluida, se estarán preguntando a quién quiso engañar Olvera.
Desde aquí hacemos una invitación a Pablo Pérez –preso en el penal de Pachuca acusado de corrupción como funcionario en el sexenio de su ingrato compadre y socio–, para que al igual que un servidor tome calculadora, pluma y panel y nos diga que si es creíble lo declarado por Olvera Ruiz en sus truqueadas declaraciones patrimoniales.
Pérez, que ahora en el proceso electoral rumbo al dos de junio, puede convertirse en su incómodo Pepe Grillo –o sea, la voz de su conciencia–, llegó a señalar que el ex mandatario acumuló en cálculos conservadores, una fortuna superior a los dos mil millones de pesos, con lo que los tres millones 700 mil pesos de ingresos en sus últimos tres años de gestión, apenas y le habrían alcanzado para las propinas en su vida de lujos y derroches.
Hace unas semanas comentamos en este mismo espacio que si “Paquito de Asís”, quiere pedir el voto a los electores del Distrito VI de Pachuca, era moralmente obligado que les presentará sus declaraciones patrimoniales en un acto de ética y honestidad políticas.
¿Lo hará? O, en su defecto, ¿tendrá el valor de explicarles por qué nunca declaró propiedad alguna a su nombre o de su esposa e hijos, como lo marca la ley?
Si no lo hace, Olvera estará dándonos la razón sobre lo que hemos planteado: el ex gobernador busca tener fuero para no ser investigado por las autoridades hacendarias e incluso por Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), evitando ir a la cárcel. Los problemas de los ciudadanos le tienen sin cuidado.
Quiénes lo conocen seguramente que como Pablo Pérez, se estarán muriendo de la risa con ésta mala calca de San Francisco de Asís, al que solo le falta pedir a los ciudadanos una “coperacha” para pagar su renta y la gasolina de su auto.
“Una limosnita para este pobre político”…