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HÉROES Y ARENGAS AL GUSTO

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Por Samuel Cantón Zetina / @SamuelCanton

No se trata de patrioterismo, ni de desgarrarse las vestiduras, pero el contenido del Grito de Independencia debe apegarse al significado y trascendencia que tiene en la historia y en el presente de México.

Simple y sencillamente, y aunque no fue estrictamente lo que pasó, la gesta conmemora la libertad del país respecto del dominio español de 300 años.

La arenga del cura Hidalgo simboliza, pues, la emancipación nacional.

Desde esa perspectiva, el Grito no debe continuar siendo usado por lamebotas para congraciarse con sus superiores, ni por gobernantes para agregar conceptos y convicciones, por valiosas y loables que sean las causas.

Este año, a propósito de los lamebolas, el campeonato fue para la flamante cónsul de México en Estambul, Turquía, Isabel Arvide, quien incluyó a López Obrador en el recuerdo de los héroes patrios.

Le fue muy mal a la periodista, famosa en algún tiempo por haber sido amante de varios militares de rango, entre ellos -el más importante- el general Absalón Castellanos, ex gobernador de Chiapas.

Una mujer asistente al festejo en la sede diplomática le increpó: “No es López Obrador México”.

Y luego le dio cátedra, al decirle: “Al presidente lo respeto. El señor López Obrador es mi presidente. Y yo quiero que termine su sexenio bien. Pero no él no va junto con los héroes de la independencia…”

De su cosecha, Arvide había agregado además a la justicia en sus arengas.

Posteriormente, Gabriela Cano, la mujer que encaró a Arvide, denunció que había sido víctima de ataques y difamación en redes por parte de la cónsul.

Por su parte, en su cuenta de Twitter, la ex embajadora de México en Estados Unidos, muy respetada en el ámbito diplomático internacional, Alicia Bárcena, calificó de “afrenta” para los mexicanos la permanencia de Isabel en Estambul.

“Su ataque a una ciudadana mexicana viola todos los valores y normas que un servidor público debe respetar. Y más un cónsul, una de cuyas funciones es la protección de los mexicanos”, escribió.

Cabe decir, para sacar conclusiones correctas, que apenas 5 días antes -10 de septiembre- el presidente de la República rechazó el culto a la personalidad, e informó que dejó en su testamento que no quiere estatuas ni que usen su nombre para calles, escuelas u hospitales.

“Absolutamente nada”, expresó en La Mañanera.

Siguiendo con los lambiscones, la nueva gobernadora de Campeche, Layda Sansores, agradecida, mencionó a la 4T en sus arengas. 

Clara Brugada, en Iztapalapa, también incluyó a la 4T, a AMLO, y a la Jefa de Gobierno (su apuesta), Claudia Sheinbaum.

Y en Macuspana, municipio donde nació AMLO, hace algunos años, el entonces alcalde José Eduardo (Cuco) Rovirosa añadió: “¡Viva el hombre que por cuarta vez da el grito desde este balcón!”.

Se refirió a él mismo, y a que fue electo para un segundo periodo.

Rovirosa recibió un “extrañamiento” del Congreso de Tabasco. 

Las arengas del Grito se han dado conforme al sello y prioridades de cada presidente.

López Obrador anexó el 15 a las culturas prehispánicas, a la honestidad, al amor al prójimo y a los héroes anónimos.

Ni Lázaro Cárdenas (34-40) evitó la tentación, e incorporó revolución social.

López Mateos (58-64) exclamó un viva a la revolución mexicana, de un siglo más tarde.

Echeverría (70-76) vitoreó a los países del tercer mundo.

López Portillo sumó a la soberanía y a la autodeterminación.

Salinas aportó a Emiliano Zapata, personaje de la revolución (100 años después).

Zedillo anexó a la democracia, en el fin de la hegemonía de 70 años del PRI.

Fox incluyó a Leona Vicario, a la unidad nacional, a la paz y a las instituciones.

Calderón aludió al bicentenario de la Independencia y al centenario de la revolución.

Y aunque parezca increíble, Peña Nieto se apegó a lo que marca la historia, y no inventó.

El primer Grito lo dio Maximiliano de Habsburgo, en 1864, en Dolores, Hidalgo, aunque nuestra referencia histórica es el de Porfirio Díaz en el balcón principal de Palacio Nacional de 1910.

Los historiadores coinciden en que en la arenga original -de Hidalgo- figuró la Virgen de Guadalupe, el rey Fernando VII, América (continente) y “el mal gobierno”.

En fin… tendrá que llegar el día en que se respete la letra y significado específico del Grito, al igual que se hace con el himno, los colores y la bandera.

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