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Por Ignacio León Montesinos
Si el “cónclave” al que acudieron el Director del INFONAVIT, Alejandro Murat Hinojosa, el alcalde de la Verde Antequera, Javier Villicaña Jiménez y el senador Eviel Pérez Magaña, dio los frutos esperados, en estos días alguno de los tres pedirá licencia al cargo para ser el candidato de unidad del PRI, rumbo a las elecciones del año entrante, donde habrá de surgir el nuevo gobernador de Oaxaca.
Hace unos días en la Ciudad de México se reunieron en un selecto restaurante los personajes citados en lo que se antojaba una ecuación sin solución aparente, sobre todo si se considera la feroz enemistad que guardan los ex mandatarios oaxaqueños, José Murat Casab, padre de Alejandro Murat, y Ulises Ruiz, padrino político del “Tiburón” Eviel. Villicaña, quien aspiraba a la categoría de “caballo negro”, habría hecho más bien las funciones de testigo de calidad que de un verdadero factor de peso y decisión, aunque su presencia busca amarrar la tesis de la unidad partidista.
Todo hace suponer que la orden de sentarse a platicar puede tener un hilo conductor cuyo origen está en sintonía directa a Los Pinos sin hacer escala por la dirigencia nacional del tricolor, con lo que el encuentro tendría la finalidad de evitar, con su dosis de marcada línea al más alto nivel, la más mínima fractura que abriera la posibilidad a una nueva derrota como la sufrida en 2011 cuando la alianza opositora arrancó al PRI uno de sus más importantes bastiones electorales del país con el triunfo del diodorista y ex priísta, Gabino Cué.
Por donde se le vea, resulta imprescindible para la administración del Presidente Peña Nieto y su Reforma Educativa, evitar que la oposición y sobre todo MORENA, pudieran aprovechar un punto de ruptura del priísmo oaxaqueño para colarse con un inesperado triunfo. Un gobernador aliado a la Sección 22 sería un obstáculo difícil de salvar para los cambios que pretende el nuevo modelo educativo del país. Enfrentar a una CNTE aliada de forma tácita con un gobierno local sería suponer un conflicto de magnitudes insospechadas con la federación.
Si la mano que mece la sucesión oaxaqueña habita en Los Pinos, no es aventurado suponer que quien solicite licencia al cargo en los primeros días de diciembre será el joven Director del INFONAVIT, Alejandro Murat Hinojosa, que ha mantenido una estrecha relación de trabajo y amistad con el Presidente Peña Nieto desde que este era gobernador del Estado de México y en cuya gestión se desempeñó en los cargos de Director General del Instituto de la Función Registral y más tarde como Director del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense; otro dato que no debe pasarse por alto en el actual entorno de la nominación oaxaqueña es que Murat Hinojosa fue Coordinador de Vivienda del equipo de Transición del hoy Presidente de la República.
Los altos mandos del priísmo nacional no deben guiarse por el falso espejismo de que los resultados positivos obtenidos en la pasada contienda de junio fueron producto de un mágico repunte en las preferencias electorales a favor del tricolor, pues lo que sucedió realmente es que el éxito radicó en dar libertad de acción a los abanderados en el manejo de sus campañas de acuerdo a los necesidades y característica de cada uno de sus distritos, de tal suerte que el liderazgo local no metió las manos dónde no debía, ni bloqueó las nominaciones de aquellos personajes con verdadero arraigo y presencia en sus regiones.
De ahí que si bien pudo haberse “planchado” la aparente unidad entre los tres los principales contendientes, sin dejar de mencionar a uno que quizá se bajó de la contienda precisamente en acatamiento a la línea marcada por las instancias superiores, como es el caso del Director de Liconsa, Héctor Pablo Ramírez Puga, el jaloneo por la designación a las diputaciones locales y alcaldías puede ser un factor que opere en contra de la fortaleza priísta, si quienes pactaron la unidad, se empecinan en colocar a como dé lugar a amigos, parientes o incondicionales sin un perfil atractivo a los electores que, como ya se vio, en Oaxaca no son afectos ni cautivos del voto duro ni corporativo.
El que también parece haber quedado relegado del proceso de sucesión en el Revolucionario Institucional es el ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CEE), Gerardo Gutiérrez Candiani, popular “Nini” como se le conoce en los cafés de Oaxaca porque “ni es político ni es empresario” y más bien tiene vocación de “coyote” de la política pues en los actuales momentos de nominaciones vale traer a la memoria cuando siendo candidato el hoy Presidente Peña Nieto, se las arregló para venderle la idea de que él controlaba nada menos que a las 42 familias de “ilustres” oaxaqueños que representaban los intereses y el sentir del estado, y a las que trajo hasta la ciudad de México para demostrar su “capacidad” de convocatoria y de control.
A no pocos funcionarios desubicados del gobierno de Gabino Cué les hizo creer que tenía la bendición oficial de Los Pinos y que llegado el momento sería el verdadero “caballo negro” de la contienda, lo que le valió obtener jugosos contratos en su beneficio. Ahora que las aguas van tomando su nivel, el ex dirigente del organismo cúpula de la clase empresarial hace mutis pues carece en realidad del padrinazgo del que hizo gala en los últimos tres años.
Luego del “cónclave” defeño, todo hace suponer que el “humo blanco” ya asoma en la Tierra del Benemérito…
ELEVADOR.- (Al lobby de la sucesión en el PRI-DF).- Tras conocerse la inclusión del ex asambleísta Tonatiuh González Casé como candidato a Secretario General del PRI-DF, en la planilla que encabeza Mariana Moguel, hija de la titular de la SEDATU, Rosario Robles Berlanga, nadie duda que Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre está de regreso y con una fuerza indiscutible que incluye el control mismo del priísmo en la Asamblea Legislativa en la persona del actual coordinador, Israel Betanzos Cortés.
Ahora está más que claro que Cuauhtémoc nunca se fue y prueba de ello es que más allá de la arena pública ha mantenido unidos sus vínculos personales y políticos , aprovechando cualquier celebración de sus colaboradores para reafirmar lealtades como quedó demostrado hace unas semanas en que Tonatiuh celebró su onomástico en un salón por los rumbos de Coapa y a donde se dieron cita, por órdenes directas del ex líder del PRI capitalino, más que del festejado, toda una serie de líderes y personajes que fueron invitados ex profeso, no únicamente a brindar con exclusivos whiskys y coñacs, sino para armar estrategias como la que ahora busca quedarse con el control del tricolor en la capital del país con miras a un presunto retorno al gobierno capitalino en el 2018.
Los asistentes al ágape del ahora compañero de fórmula de Mariana Moguel Robles no dejaron de mostrar su asombro cuando vieron arribar al lugar donde se celebró en petit comité, al ex Secretario de Gobierno y ahora responsable de la Secretaría de Movilidad del GDF, Héctor Serrano Cortés, quien departió con Cuauhtémoc y sus colaboradores en franca camaradería y con tanta confianza que se dio incluso el lujo de “despachar y agendar” asuntos pendientes y citas con los ahí presentes, retirándose ya entrada la noche. Motivo por el que tal vez se ha incubado el rumor de que Serrano podría estar jugando a dos bandas políticas con miras al 2018.
Según trascendió, uno de los tantos temas que surgieron al calor de los brindis fue precisamente la inclusión de Tonatiuh en un cargo de importancia dentro del Comité Directivo Local del PRI en el Distrito Federal. Situación de la que estuvieron siempre esterados y de acuerdo el hoy coordinador en la Asamblea, Israel Betanzos y el diputado local y ex delegado de Cuajimalpa, Adrián Ruvalcaba; ambos también presentes en el animado convivio de Tonatiuh.
Curiosidades de la vida pero de resultar ganadora la fórmula de Mariana y Tonatiuh, el PRI tendrá dos dirigentes muy afectos a la “fiesta” pues no hay que olvidar que a principios de agosto pasado cuando aún no gozaba de fuero, la ahora asambleísta con licencia fue enviada al Torito por conducir a las tres de la mañana en estado inconveniente y no pasar la prueba del alcoholímetro. Por cierto que en el centro de reclusión administrativa se espera que un día regrese a cumplir con su pena de 20 horas de arresto que le fue condonada por un amparo que tramitaron sus abogados, lo que le valió permanecer detenida un par de horas.
INTERFÓN.- Sólo que en sus planes de llevarse “carro completo” en el control de la estructura priísta del Distrito Federal, a Cuauhtémoc y su equipo se les ha puesto enfrente la líder de los ambulantes del Centro Histórico, Alejandra Barrios que acudió a registrase a la sede partidista de Puente de Alvarado, acompañada de sus simpatizantes y 10 mil firmas de apoyo, pues como lo contempla el estatuto, es requisito para poder contender por la dirigencia, presentar al menos un cinco por ciento de las rúbricas de la militancia; es decir, 4 mil 500 adhesiones de un padrón estimado en 90 mil militantes. La dirigente llevó poco más del doble.
Nadie puede regatearle a la también ex diputada local su fuerza y capacidad de movilización que le permitieron hacer un decoroso papel en su participación en busca de la delegación Cuauhtémoc, en junio pasado. Y aunque no descarta el riesgo de que en su partido perviva la práctica del dedazo para marcar línea en la cercana elección, es indudable que Barrios será una contendiente de respeto y de darse una clara imposición, a la hora de repartir cargos partidistas la líder del comercio ambulante deberá ser considerada si no se desea que la nueva dirigencia dé sus primeros pasos con el pie izquierdo. Estaremos atentos al proceso de selección de la nueva dirigencia del tricolor en el D.F., sobre todo porque la gente de Cuauhtémoc dice que va por todas las canicas y no piensa compartirlas con nadie. ¿Será cierto?
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