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* En el distrito local XVIII, nadie lo conoce y sin hacer campaña se cuelga en la popularidad de López Obrador, confiado que esto le bastará para que el voto de la gente lo lleve al Congreso Local; forma parte del clan de protegidos de los Sosa Castelán, que viven de los recursos de la UEAH
Por Antonio Ortigoza Vázquez
Especial de Expediente Ultra
A sus 29 años, Jorge Mayorga Olvera, candidato de Morena al distrito local XVIII de Tepeapulco, Hidalgo, es la contradicción total a la cultura del esfuerzo que en su momento enarboló el desaparecido Luis Donaldo Colosio.
Colgado de la popularidad que mantiene como puntero en las encuestas a Andrés Manuel López Obrador, el actual presidente del Consejo Estudiantil Universitario del Estado de Hidalgo (CEUEH), ni suda ni se acongoja en hacer campaña para que, al menos, lo conozcan sus potenciales electores.
De hecho, en Tepeapulco lo bautizaron como “El Candidato Desconocido”, pues ha hecho sus magros pininos en Tulancingo pero no en este municipio, donde se está haciendo notar por las constantes francachelas que organiza con sus amigos en algunos sitios donde se expenden bebidas alcohólicas, pero no por hacer alguna propuesta a la gente del distrito que pretende representar.
Mayorga Olvera ha ido escalando posiciones en la política universitaria y partidista gracias al padrinazgo que le han brindado el clan de los Sosa Castelán, Gerardo y Damián, bajo cuya tutela llegó primero a la Secretaría General del CEUEH en el trienio 2009-2012, para después, con el total apoyo de Gerardo Sosa, arribar en 2013 a la presidencia del organismo estudiantil, donde ha hecho las funciones de contener las demandas del verdadero estudiantado en la Máxima Casa de Estudios de la entidad.
Muy al estilo de Ricardo Anaya, este “canallín” hidalguense, nunca ha ganado un cargo de elección; en 2016, fue candidato suplente de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Tulancingo, a la vez que fue precandidato, por el mismo partido, a diputado de representación proporcional en el lugar número cinco, lo que no le alcanzó para llegar.
La entonces candidata del Partido del Trabajo a la alcaldía de Tulancingo, Diana Laura Marroquín Bayardo, hizo una demanda ante la FEPADE contra Gerardo Sosa Castelán, Marco Antonio Romero Castillo, Oscar Damián Sosa Castelán, Antonio Hernández Vera y Jorge Mayorga Olvera, por la utilización, con fines partidistas, de vehículos de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), iniciándose la carpeta de investigación FES/FEPADE/UNAI-HGO/000297/2016.
Cobijándose bajo el manto de la autonomía universitaria los responsables se escabulleron de la acción de la justicia, pero al interior de la universidad del estado saben que Mayorga Olvera es aficionado al tabaco y a las bebidas alcohólicas y aunque se ostenta como licenciado en Derecho—su titulación no aparece en el Registro Nacional de Profesiones de la SEP—nunca ha ejercido su profesión pues ha sido “patrocinado” por los Sosa Castelán quienes le otorgan un apoyo mensual, cuyo origen, muy probablemente, es de las arcas universitarias.
En el campus universitario el presidente del CEUEH, ha trascendido que además de mantenerlo becado, Gerardo Sosa Castelán le presta una casa y le solventa sus viajes que con frecuencia hace al puerto de Acapulco en compañía de gente de su mismo sexo.
El joven aspirante a diputado local es conocido por su carácter irascible y prepotente además de ser “mala copa” ya que en estado de ebriedad se conduce de manera impertinente y le da por molestar y agredir a las personas.
Lamentable que jóvenes arribistas, sin principios ideológicos y menos ética política, se estén montando en las siglas de Morena para llegar a cargos públicos sin la menor vocación de servicio, como es el caso de Jorge Mayorga Olvera “El Candidato Desconocido” de Tepeapulco.
La pregunta que salta a la vista es: ¿votarán los electores del distrito XVIII por este porro universitario?