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Especial Expediente Ultra
Tras conocerse los resultados del PREP arrojados por el Instituto Electoral del D.F (IEDF), no hay la menor duda de que PRD se desfondó en las preferencias electorales de los capitalinos; el Sol Azteca que comenzó a brillar en la capital del país tras el triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, terminó eclipsado por la fuerza de MORENA que además de ganar las delegaciones de Azcapotzalco, Tláhuac, Tlalpan, Xochimilco y Cuauhtémoc, se lleva 16 distritos locales con lo que apunta a ser mayoría en la Asamblea Legislativa (ALDF).
Los líderes perredistas que apenas hace unos días celebraban el haberse librado de sus “caudillos”, felices de librarse del cordón umbilical que los nutrió por años, ahora asisten a las exequias de un partido que además debió ceder ante el avance de un PRI que registra ventaja en demarcaciones como Magdalena Contreras, Milpa Alta y Cuajimalpa. Y si bien el PAN retiene Benito Juárez, de ribete le arrebata al reducido PRD, Miguel Hidalgo.
Pero por si la lista de calamidades no bastara para el líder local, Raúl Flores, que todavía ayer por la tarde decía que las tendencias les favorecían, ahora en delegaciones como Coyoacán, Gustavo A. Madero, Iztacalco, que buscan conservar , se encuentran en un empate técnico con MORENA, y en otras como Venustiano Carranza, Iztapalapa y Álvaro Obregón, los números distan de hablar de una ventaja holgada.
En las diputaciones locales, los perredistas arañan apenas las 15 posiciones de mayoría, pero en las federales prácticamente fueron borrados del mapa lo que en caso de que retengan a demarcaciones como Gustavo A. Madero, su delegado Víctor Hugo Lobo, gobernará prácticamente sin diputados perredistas, todas las posiciones fueron ganadas, en esta caso, por MORENA y una por el PAN. Acción Nacional se lleva además los seis distritos locales de Benito Juárez y Miguel Hidalgo, y en el escenario de la debacle amarilla, el PRI contará con tres diputados de mayoría.
A las antes poderosas tribus, ahora sólo les tocarán migajas: Nueva Izquierda, se estima, gobernará en cuatro delegaciones, Alianza Democrática Nacional (ADN), en una y Vanguardia Progresista (VP), la corriente alentada por el Secretario de Gobierno, Héctor Serrano, y a la que se le apostó buena parte del capital político de Miguel Ángel Mancera, sólo controlará una, de poca relevancia, Álvaro Obregón.