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MORENISTAS ENREDAN LEY OLIMPIA EN EL CONGRESO HIDALGUENSE

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*  Como sucedió con su posición en contra del aborto, diputados locales de Morena enredan ahora con sus posiciones encontradas la aprobación de La Ley Olimpia que fuera votada por mayoría en el Senado; como ya es costumbre, los legisladores afines al derrumbado Grupo Universidad, vuelven a ser el dique a ordenamientos que buscan proteger los derechos de las mujeres, dando la espalda al sentir ciudadano

Por Antonio Ortigoza Vázquez/@ortigoza2010

Las complejidades tecnológicas se cruzan con rivalidades internas en el grupo parlamentario mayoritario de Morena, con lo que la «Ley Olimpia» contra  el ciberacoso en redes sociales tiene un futuro nebuloso en su versión hidalguense, como se desprende de lo dicho por el diputado Víctor Guerrero Trejo, al clausurar la primera «de varias sesiones de análisis», cuando citó a una nueva  sesión”, sin especificar fecha,  para “analizar” tan importante reglamento.

Así las cosas, la pandemia de Coronavirus ha servido de magnífico pretexto para que los diputados de la mayoría morenista, tengan como primera y única mortificación del momento el proceso electoral de 2021, mostrando desinterés por los temas legislativos y la rijosidad interna.

La «Ley Olimpia» fue aprobada en el Senado el cinco de noviembre, que incluye sanciones para el acoso, hostigamiento y difusión de contenidos sexuales a través de Internet o redes sociales, así como las agresiones contra mujeres en medios de comunicación, con penas de tres a seis años de prisión.

En Hidalgo, la primera iniciativa de la Ley Olimpia fue presentada el siete de marzo de 2019 por el Grupo Parlamentario de Morena, pero debemos recordar que la diputada Corina Martínez se manifestó en contra de la legalización del aborto junto con seis de sus compañeros legisladores, dando pie a una ruptura con su propia bancada porque sus preferencias siempre han estado del lado de otro proyecto en el mismo morenismo y motejó a su compañero Guerrero Trejo.

Como se recordará, Corina lo fustigó en tribuna por la demora de trámites legislativos y aventuró la pregunta: «¿Será que debajo de su ropa está la camiseta de macho agresor?» (¡Y eso, dentro de Morena!). Así pues, queda demostrado la total incongruencia de la diputada Corina Martínez y de Ricardo Baptista, quienes votaron en contra del su compañero Víctor Guerrero, para que presidiera la mesa directiva de la legislatura hidalguense, pues para ellos es un “macho”, que va en contra de los derechos de la mujer, mientras este par de diputados, uno votó en contra y otro se abstuvo en la ley donde se evitarían abortos clandestinos y así se salvarían la vida de muchas mujeres, evitándoles además caer en prisión.

LA TERMINOLOGÍA ES DECISIVA

En la primera mesa de análisis, el Procurador General de Hidalgo, Raúl Arroyo González sugirió a los diputados «mucho cuidado» con la terminología del dictamen final, pues el avance tecnológico y los términos técnicos en sí, tienden a la obsolescencia «en cuestión de días».

Por su parte, José Franceli Islas Martínez, jefe de la policía cibernética, señaló que las terminologías planteadas «son muy amplias» y propuso poner énfasis en clasificaciones muy concretas que permitan atacar  las conductas dentro del ciberespacio que se pretende castigar.

Explicó que el asunto de «violencia y ciberacoso” es uy amplio, necesitamos definir y clasificar cada una de las conductas. Les reitero que pueden ser muy similares, pero son muy distintos. No es lo mismo un acoso escolar, psicológico, sexual. Varía mucho un acoso escolar, sexual, varía mucho, por ende, también en las redes sociales y el Internet, éstas completamente cambian». (sic).

Propuso: «Hay que hacer subclasificaciones o clarificaciones  muy concretas, que nos permitan atacar cada una de esas conductas que se van presentando en el ciberespacio».

Por su parte, Martha Briones Rangel, Integrante del Frente Nacional para la Sororidad dijo que  a nivel nacional se están haciendo análisis y estudios de las cinco iniciativas presentadas por legisladores locales desde 2019, para entregar al Congreso una «postura técnica» el próximo lunes, en un acto con Olimpia Coral Melo Cruz, quien impulsó esta ley luego de haber sido víctima de la difusión de material gráfico íntimo sin su consentimiento.

La última iniciativa -y considerada la mejor estructurada-  es de la diputación del PRI, fue presentada el 10 de noviembre  y propone castigar hasta con seis años de prisión a quien viole la intimidad  sexual (considerada ésta) como la acción de grabar audios, videos, fotografías y elaborar o imprimir imágenes con contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento.

¿CON ESOS BUEYES HAY QUE ARAR?

Como puede apreciarse, la tarea a desarrollar requiere de esfuerzo, disciplina, mente abierta, deseo y capacidad de aprender en esa materia. Está de por medio la protección legal de mujeres, adolescentes, niñas y niños.

Pero la experiencia, el año pasado, del fracaso al discutirse la Ley de Despenalización del Aborto, no proporciona buenos augurios.

Por un lado, la flagrante ineptitud del morenista Ricardo Baptista, presidente entonces de la directiva cameral para conciliar posiciones encontradas, fue proverbial.

Fueron tristes momentos en que la actuación del Congreso hidalguense sirvió para mofa a nivel nacional, cuando el diputado morenista Jorge Mayorga Olvera alcanzó las más altas cumbres de la estupidez, al comparar la fiesta brava con el aborto legal.

Se comentó en octubre de 2019, que Mayorga «pasó por encima de lo que sufren las mujeres: dolor, cárcel y muerte». Un «meme» con la figura de dos un astado y un bebé, se hizo viral.

El «caso Mayorga» revela crudamente lo que a primera vista pudo observarse: la ínfima calidad de legisladores que conforman las mayorías parlamentarias en varios estados del país, integradas por Morena, lo mismo en el Congreso de la Unión. Los hemos visto que, más que hablar o leer, balbucean frente a la tribuna.

El extremo fue que Irma Hernández Jiménez, secretaria de Derechos Humanos  y Sociales de Morena Hidalgo, pidió a Mayorga una disculpa por esas deplorables expresiones.

Pero el diputadete se colgó del artículo 61 de la Constitución, un artículo ciertamente confuso, pero suficiente para que se entienda que los diputados no pueden ser reconvenidos por sus expresiones por otro poder político o económico, pero no funciona cuando se ofende a mujeres, obviedad que el precario numen del diputado Mayorga no alcanza a entender.

Peor aún -si fuera posible- porque pronto surgió la versión, difundida por el morenista Guerrero Trejo, perfectamente verosímil, de que en realidad, todo eso fue por consigna surgida desde las entrañas de la «Sosa Nostra», cuyo líder permanece encarcelado en Almoloya por lavado de dinero y otros delitos.

Así que en el Congreso de Hidalgo podría aplicarse el dicho ranchero que reza: «con esos bueyes hay que arar».

Guerrero Trejo, así mismo, propuso desprenderse «de una vez por todas» del cacicazgo de la «Sosa Nostra» en el Congreso de Hidalgo, por lo menos.

Pero, todo indica, fue una voz perdida en el desierto, donde yacen los vestigios de varios diputados guindas que hoy viven una agonía política.

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