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Por Samuel Cantón Zetina/ @SamuelCanton
En el futuro de Octavio Romero Oropeza hay dos caminos: el gobierno de Tabasco en 2021, o el fracaso y su separación de PEMEX.
Aventaja por mucho a los otros dos precandidatos cercanos al presidente: Javier May y Mónica Fernández, pero su cargo es un almacén del tamaño del estadio Azteca repleto de potentes explosivos.
AMLO, su amigo y jefe, le confió -a pesar de ser ingeniero agrónomo- la empresa más importante, y la misión de rescatar el petróleo para México.
Un encargo infinitamente más trascendente y peliagudo que el de sus otros dos ahijados políticos.
“Jodi”, sobrenombre que usó Octavio en sus inicios como crítico en el programa de sus primos los Sibilla, no puede hacer mucho con la baja en la calificación crediticia internacional de PEMEX.
Sí ha lucido, en cambio, en la lucha contra el huachicol, aunque no ha podido explicar por qué romero Deschamps continúa como si nada.
Pero donde existe el riesgo de Waterloo para Octavio es en su deber de incrementar la producción, a la baja desde el 2004, en que tuvo su máximo histórico con 3 millones 451 mil barriles diarios.
Desde entonces ha caído en un 53%, con un ligero repunte en junio (en sus otros datos, AMLO ve “franca recuperación”, y prevé alza en diciembre).
Si ORO falla, no habrá tenido sentido rehabilitar las actuales 6 Refinerías ni construir la de Dos Bocas.
No habrá crudo que refinar, a menos -¡ridículo!- que se compre en el extranjero.
Y tendrá que dejar Petróleos por la puerta trasera, junto con su pretensión de gobernar al Edén. Si lo logra, ¡hasta Presidente puede ser!
Y DE MAÑANA…
¿CONFERENCIA DE prensa para “informar” de la mentira de que Gaudiano dio “más de $28 millones” a Tabasco HOY? (y todavía hubo medios -se presumen profesionales- que difundieron “la noticia”). Patético, Evaristo puso a un vocero priísta que muchas veces insultó y ridiculizó a AMLO, a decir que enarbola la 4T con honestidad y transparencia ¡No, hombre, son unos genios!…
