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Por Samuel Cantón Zetina/@SamuelCanton
Charly Valentino, el tipo que por obra y gracia de AMLO llegó a diputado en Tabasco, sabía el ruido que causaría con su payasada reeleccionista. Así fue, porque el país insiste en vivir faltándose a sí mismo el respeto, y porque los grandes y extensos intereses afectados por la 4T tomaron la ridícula propuesta para atribuirla al presidente, presentándolo como dictador en ciernes, o nada más golpearlo con ella.
¿Por qué MORENA permite -como el PRIAN por décadas- estupideces de los suyos como la de Valentino?
El partido no gana nada ni tampoco le es permitido deslindarse de sandeces argumentando libertad de pensamiento, de militancia partidista o de expresión.
¿Cómo se proyecta una transformación nacional con Mireles (subdelegado del ISSSTE en Michoacán) llamando pirujas y “nalguitas” a las mujeres; con el “¡chinguen a su madre!” de Muñoz Ledo, o el “hijos de su pinche, puta madre, pendejetes”, del ex presidente de la Mesa Directiva del Congreso de la CDMX, Jesús Martín del Campo? ¿Por qué los desaciertos de los morenistas no son dimensionados con la misma vara con que se mide a los simples mortales? ¿Y la gente cómo puede tomar en serio una propuesta demente como la de modificar el artículo 183 para imponer Sufragio sí reelección?
¿No leen de historia? ¿No saben de Madero? ¿Desconocen quien es Valentino?
López Obrador salió al quite respecto a la absurda promoción, y se repitió maderista. ¿Cuál es el afán de perpetuar a México como una nación bananera? ¿Qué pasaría en una de primer mundo que no tenga en sus leyes la reelección, con una iniciativa igual?
Cualquiera, incluso siendo una figura respetada, sería automáticamente reducido e ignorado. Aquí, Charly fue “trendin topic”.
Y DE MAÑANA…
MANUEL BARLETT negó que tenga propiedades por $800 millones, aunque falta que la ASF investigue. Pero si declaró bienes por $50 millones, y posee más, llegue o no a la cifra de Loret, infringe la ley y traiciona a AMLO
