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Por Samuel Cantón Zetina / @SamuelCanton
Sepa o no sepa algo sobre cómo están las cosas en la administración del estado y de los municipios, Javier May Rodríguez cumplió con su deber de pedir a alcaldes y gobernador que entreguen cuentas ordenadas y transparentes.
Así no dirán luego que nadie les advirtió.
Demandó que ¨no dejen problemas¨.
Se refirió a temas que les toca resolver y que no pueden, irresponsablemente, dejar al que sigue.
Un aspecto fundamental tiene que ver con las obras.
En Teapa, municipio particularmente azotado por la violencia y la impunidad, el candidato a gobernador de la Coalición ‘Sigamos Haciendo Historia” exhortó a las autoridades a no dejar obras inconclusas y no iniciar otras que no podrán terminar por falta de tiempo.
“Lo que ya no se hizo, ya no lo van a hacer…¨
Por eso recomendó que mejor se apliquen en concluir lo que empezaron, ¨y cerrar bien la administración¨.
El que avisa no es traidor.
Corre el tradicional Año de Hidalgo, y el punto sobre las íes del futuro mandatario era casi obligado.
May fue más allá al solicitar que dejen los recursos para la próxima administración, e inicien los trabajos de entrega-recepción.
Y pugnó por un modelo de gobierno distinto y respetuoso.
Ha sido costumbre que los virreyes en turno de Tabasco entreguen no solamente en blanco, sino con déficits el gobierno.
No puede ni debe ser el caso de la actual representación, cuando en la presidencia de la República se tiene a un tabasqueño, hermano¨ del gobernador con licencia Adán Augusto López Hernández.
Sería el colmo que el notario heredara -a través de su sucesor- un estado en bancarrota.
Con eso y todo, no está de más que el ex alcalde de Comalcalco lo expusiera públicamente para que quede constancia, y después no digan.
La cuestión es que el ex director de Fonatur no puede asumir un eventual colapso económico y financiero de fin de sexenio en el edén en llamas, así la culpa sea de un gobierno de MORENA.
Solapar algo semejante lo convertiría en cómplice.