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* Al lado de Damián Sosa, arrendatario de las siglas del PT en el Estado, están apareciendo personajes con antecedentes penales y otros graves delitos como secuestro como son los casos de Cipriano Charrez que busca ser otra vez alcalde Ixmiquilpan y su nuevo asesor, Juan Granados, ex regidor del municipio de Tarímbaro, Michoacán, detenido en su estado en el 2018 por la privación ilegal de la libertad de un comerciante. El electorado debe tener sumo cuidado en otorgar su voto a esta mafia política que busca acceder al poder para la protección facciosa de sus intereses
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra
En el PT local siguen reculando personajes con antecedentes que deben preocupar seriamente a la ciudadanía hidalguense. En una imagen captada hace unos días apareció al lado de Damián Sosa, arrendatario de la franquicia de ese partido, y del ex convicto y ahora candidato petista a ixmiquilpan, Cipriano Charrez, un ex regidor del municipio de Tarímbaro, Michoacán, de nombre Juan Granados.
Para los habitantes y electores del estado no tendrá nada de particular el asunto, pero al revisar sus antecedentes es inevitable prender las señales de alerta pues en junio del 2018, Granados fue detenido en Morelia, acusado del secuestro de un comerciante. Delito por el cual fue proceso y, extrañamente, liberado meses después sin que se resarciera el daño a la víctima que, se dice, lo identificó ampliamente, por lo cual se le abrió una investigación.
Al ver la acumulación de políticos con cuentas pendientes con la justicia o relacionados con sentencias judiciales en el Partido del Trabajo en Hidalgo, el electorado debe temer sumo cuidado en apoyar en las urnas a lo que apunta a ser un cártel político que va por la protección de intereses de grupos facciosos, y peligrosos, pero no por el bienestar de la sociedad.
El actual jefe político en funciones del PT, Damián Sosa, hermano de Gerardo Sosa Castelán, que purga una condena en arraigo domiciliario, aún no se ha sido exonerado de su presunta relación en malos manejos del Grupo Universidad, donde el manejo irregular de más de 150 millones de dólares en cuentas de bancos extranjeros, todavía está en la mira de las autoridades hacendarias. Amén de otra serie de triangulaciones irregulares.
El selecto integrante de la “Sosa Nostra”, va como candidato al Senado y junto con sus nada honorables candidatos que le acompañan tanto a diputaciones locales como a alcaldías, ha sido apercibido por las autoridades electorales del Estado, para no colgarse de la 4T para su proselitismo político, pues es Hidalgo de las entidades donde el Partido del Trabajo terminó secuestrado y rentado, alejándose de los principios morenistas de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.
De Cipriano Charrez ya ni qué decir pues sus ex compañeros legisladores de Morena votaron en San Lázaro por su desafuero el 24 de abril del 2019, al comprobarse su responsabilidad en la muerte de un joven taxista a principios de octubre del 2018, a solo un mes de haber protestado como diputado federal.
Trascendió que en estado de ebriedad, el legislador impactó brutalmente la unidad del trabajador del volante provocando que su unidad se incendiara, pero cobardemente, lejos de auxiliarlo huyó del lugar tratando de evadir su responsabilidad en el homicidio.
Las pruebas fueron tan abrumadoras que al conocerse los detalles, los diputados morenistas se negaron a encubrirlo y optaron por entregarlo a la justicia. Charrez fue encontrado culpable y recluido en el penal de Pachuca en septiembre del 2019 y obtuvo su libertad en enero del pasado año.
Ahora se suma a los candidatos “cascajo” reciclados por el PT bajo el cobijo del Grupo Universidad, apareciendo junto a ellos un regidor michoacano acogido en condiciones de franca sospecha, como es el caso del ex regidor de Tarímbaro, Michoacán, que muy lejanos de su natal Michoacán, ahora aparece como operador de Damián y del ex convicto Charrez.
Nada bueno pueden esperar los hidalguenses al votar por políticos cuyas cartas de presentación dejan mucho que desear, pero mucho más qué sospechar.