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SUSANA ÁNGELES Y SUS MAQUILLADAS LECCIONES DE FEMINISMO

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*  En artículos periodísticos la alcaldesa de Tizayuca, expone los retos que enfrenta el movimiento feminista en México, pero como gobernante parece que no está aplicando la teoría en la práctica, porque la violencia contra las mujeres suma en los últimos meses tres feminicidios, sin olvidar, el cobarde asesinato de una niña; ante la falta de protocolos de protección, madres, hijas y esposas se sienten inseguras por las calles de esa demarcación

Por I. León Montesinos

Especial de Expediente Ultra

Indudable que las mujeres están ganando un merecido empoderamiento en diversas ramas de la política, la academia, la actividad económica y la ciencia, pero el camino aún es largo y sinuoso para muchas otras que siguen andando a ciegas por los fangosos terrenos de la cultura machista y patriarcal que, lamentablemente, sigue cobrando víctimas por los femicidios que a diario se cometen a lo largo y ancho del país.

Las mujeres que han arribado a diversos cargos en las tres instancias de gobierno tienen ante sí una gran responsabilidad histórica por demostrar sus indudables capacidades ante toda la sociedad pero, sobre todo, ante su propio género que en muchas regiones y municipios se enfrenta a situaciones de alto riesgo.

Hace unos días llegó a mis manos un artículo publicado en La Jornada por la joven alcaldesa de Morena en Tizayuca, Susana Ángeles Quezada, titulado: El #8M lo significamos nosotras, donde cita la necesidad de seguir impulsando el movimiento feminista ante lo que ella llama la “reacción conservadora”.

Citó algunos de sus párrafos: “Se niegan estos conservadores a reconocer que a pesar de distintas leyes en materia de seguridad, persisten condiciones que vulneran desproporcionalmente a las mujeres”… “Debemos ser asertivas en contrarrestar los ataques de los conservadores con argumentos y evitar denostaciones cruzadas”.

Al hablar sobre la Marcha del 8M, que se ha traducido en movimiento de alcances globales, dice sobre las participantes de las marchas “comprendo, aprovechan este día como válvula de escape de todas las manifestaciones de violencia de las que somos víctimas: desde la simbólica hasta la sexual”.

Remata en su planteamiento: “Pero nuestra participación en el movimiento no puede reducirse al desahogo de nuestro enojo en una marcha, después de ella debe a ver participación, reflexión, activismo permanente”.

Y yo me permitiría agregar: adecuadas y puntuales estrategias de gobierno para proteger a estas víctimas antes de que muchas de ellas sean agredidas o pierdan la vida.

Hay otro elemento que siento, le faltó abordar también a la alcaldesa en su artículo: la violencia laboral que enfrentan millones de mujeres tanto en las diversas ramas industriales y económicas, como en la burocracia en los tres niveles de gobierno.

¿Por qué pienso que es importante reflexionar sobre estos puntos?

Porque lamentablemente cuando el discurso político, sea de un hombre o mujer, no se traduce en acciones de gobierno que den solución a los problemas sociales, cae irremisiblemente en el terreno de la demagogia.

Es decir: alabo y reconozco los planteamientos de Susana Ángeles, pero sinceramente estos no se concatenan de manera lógica en beneficio de la seguridad de las mujeres de Tizayuca. Doloroso, pero los hechos hablan por sí mismos: en lo que va de su gestión, el municipio se ubica entre los primeros 15 municipios más inseguros del Estado, donde, ojo, no solo se han incrementado los homicidios, el secuestro, la extorsión, sino también la violencia familiar en contra de las mujeres y los feminicidios.

De acuerdo a la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH), de los ochos femicidios cometidos en los últimos meses en la entidad, tres corresponden a Tizayuca. Sin dejar de mencionar el cobarde asesinato contra la pequeña Nicole, que fue sustraída por un sujeto a plena luz del día el 2 de marzo del 2021 y que lamentablemente apareció muerta días después.

Como lo narraron los medios, iracundos vecinos hicieron bloqueos en vías como la México-Pachuca, exigiendo justicia. Y lo lamentable es que las mujeres caminan inseguras por las calles del municipio a toda hora del día. La falta de seguridad les ha secuestrado su paz interna.

Endosar una responsabilidad de los “conservadores” en contra del movimiento feminista es sumergirse en una engañosa cortina de humo sobre la generalizada violencia que ha hecho a las mujeres salir a marchar a las calles para visibilizar un problema que se origina desde las diversas instancias de gobierno y que radica en la falta de protocolos para dar protección a las mujeres de manera integral en su entorno social y familiar, pero también imponer castigos ejemplares a los culpables que, por desgracia, gozan de impunidad.

Una obra de valiosas aportaciones al movimiento feminista

Y es esta impunidad la que parece invitar a los agresores a cometer infinidad de delitos contras las mujeres hasta llegar al extremo de los feminicidios. Es cierto, el modelo capitalista y neoliberal desarrolló una serie de esquemas para conculcar los derechos de las mujeres y alentar la violencia en su contra, no solo en México sino en muchos países del mundo, reduciendo su función a la de madres y trabajadoras abnegadas.

De hecho, el esquema de contratación laboral de las maquiladoras en la frontera norte, privilegiaba a las madres solteras a las que las empresas trasnacionales consideraban fáciles de explotar por su necesidad a obtener un sustento, aunque mínimo, para alimentar a sus hijos.

A las mujeres trabajadoras, alcaldesa, se les apoya además con la instalación de guarderías seguras para dejar a sus hijos mientras ellas laboran; también, mediante el otorgamiento de créditos para impulsar negocios propios o cooperativas.

Pero sobre todo, se debe velar desde los cargos públicos como el que usted desempeña, para que las trabajadoras municipales sean tratadas con respeto pues lamentablemente, uno de los miembros de su cuerpo edilicio expuso en reciente sesión, casos de abusos laborales donde las víctimas SON MUJERES.

Apoyar a su género con acciones de gobierno tangibles en su beneficio es algo que se llama SORORIDAD.

Por último, me permito, con todo respeto, sugerirle la lectura de un libro que me fue obsequiado por un colectivo feminista de su partido Morena, y que me parece sumamente valioso para tener un contexto más amplio y exacto de lo que debe implicar la lucha de las mujeres en todo el país para bregar contra de los suelos fangosos y techos de cristal, producto de más de tres décadas de gobiernos neoliberales.

Se titula: Mujer y Neoliberalismo: El Sexismo en México, de la autoría de Ana Alicia Solís de Alba, Doctora en Ciencias Sociales de la UAM.

Correo de contacto: expedientegarras@gmail.com

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