Tiempo de lectura aprox: 5 minutos, 6 segundos
* Una vez más, la televisora aprovechó los momentos de tragedia que enfrentan miles de habitantes de la Ciudad de México para montar un macabro “show mediático” con el fin de elevar su devastado rating, inventando el rescate de Frida Sofía, una menor que a 48 horas de transmisión ininterrumpida nunca existió
País Sin Alas
Por El Vocero de Chinameca
Especial para Expediente Ultra
Por 48 horas, Televisa creó un fantasma que desde las entrañas de los escombros del Colegio Enrique Rébsamen, ubicado en una de la colonias de la delegación Tlalpan, pidió auxilio por celular, bebió agua y habló al menos en dos ocasiones con rescatistas que, incluso, le vieron mover una mano. Le bautizaron con el nombre de Frida Sofía.
Y así como apareció de la nada, se esfumó en lo que dura un corte comercial.
No es un secreto que en los últimos años la televisora ha visto mermadas sus audiencias y con ellas sus ratings con los cuales negocia el precio de sus espacios publicitarios. Sus ingresos han ido a la baja de manera sensible y nada tendría de extraño que en aras de recuperar el terreno perdido recurriera a todo tipo artilugios, nada honestos y éticos, para recuperar televidentes no importándole lucrar con la tragedia.
Su falta de compromiso con las verdaderas causas de la sociedad y su proclividad a alterar los hechos con aviesos fines políticos no es reciente. En el terremoto de 1985 la televisora creó otro fantasma en la figura de “Monchito” un niño al que la empresa le sacó jugo en los cinco días que duró su infructuoso rescate en un inmueble del barrio de La Merced. Como ahora, “Monchito” era la esperanza de recuperar con vida a una criatura indefensa. Cientos de brazos trabajaron día y noche hasta darse cuenta que todo había sido una perversa maquinación para inventar una noticia con propósitos mercantiles.
Son incontables las manipulaciones informativas, algunas con serias implicaciones jurídicas en la aplicación del estado de derecho, que Televisa ha hecho para engañar a los televidentes tergiversando la verdad al grado de convertir a sus noticieros en verdaderos shows mediáticos y a sus “líderes de opinión” en consumados actores que ríen, sufren y hasta se indignan de acuerdo a un guión bien establecido.
Por eso rayó en la comicidad ver a Carlos Loret de Mola sumamente compungido cuando al aire el Subsecretario de la Marina, el Almirante Ángel Enrique Sarmiento, dijo categórico al filo de las tres de la tarde de ayer jueves, que respecto a la supuesta existencia de la niña Frida Sofía, de 12 años y alumna de primer año de secundaria en el colegiado siniestrado “nosotros nunca tuvimos conocimiento de esa versión; eso no fue una realidad”, y añadió ante los medios que se tenía, en efecto, la presunción de que aún estaba con vida una persona pero no se trataba de ningún modo de la ya famosa, por obra y gracia de la televisora, Frida Sofía.
Por dos días, la televisora montó guardia permanente las 24 horas y hasta mostró ante las cámaras a rescatistas afirmando haber hablado con la menor quien les informó que por lo menos, había otros dos niños con ella. En red nacional, millones vieron una manguera introducida por los recovecos para suministrarle agua y Frida Sofía hasta describió encontrarse debajo de una mesa, motivando que una maestra hiciera un dibujo del resistente mueble de granito para que los rescatistas pudieran ubicarla con mayor precisión.
Todavía el miércoles por la mañana, el entonces encargado del operativo de la Marina, el almirante José Luis Vergara, Oficial Mayor de la dependencia, al mando del rescate, afirmó a la televisora que estaban “a centímetros” de lograr el ansiado salvamento. Había júbilo entre quienes participaban en el noble afán. Incluso horas después, la hija de la dueña del Colegio aseguró haber tenido contacto con la niña quien le comentó que “estaba muy cansada”. Cayó la noche pero la esperanza no se perdía. Frida Sofía tenía al corazón de todo el país de un hilo.
Al mediodía del jueves 21, se dio el cambio de mando y arribó al sitio el Almirante Sarmiento que terminó poniendo en un brete a la Marina y al propio Secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, que el miércoles por la tarde, y en el bien estructurado guión mediático se apersonó en la colapsada escuela para aparecer ante las cámaras charlando con los rescatistas y militares. El aspirante a Los Pinos, resultó ser un experto en salvamentos aunque no pronuncie correctamente la palabra “leer”.
Nuño al igual que José Luis Vergara había dicho que la prioridad era rescatar con vida a la menor y estratégicamente fue colocado en medio de la tragedia como el funcionario responsable y preocupado por la vida de Frida Sofía. Por eso, cuando el Almirante Sarmiento bajó abruptamente el telón, un indignado Loret de Mola dio por concluido el show. Eran las tres de la tarde cuando enlazado con Foro TV y en compañía de Denise Maerker, dio por agotado el morboso espectáculo. De manera coincidente las tres cadenas nacionales: Televisa, Imagen y TV Azteca retornaron a sus programaciones habituales.
Buena parte de la caída libre de Televisa es su falta de credibilidad. Hace doce años, el 8 de diciembre de 2005, fue detenida la banda de Los Zodiacos en un rancho llamado Las Chinitas al sur de la Ciudad de México, por el rumbo de Topilejo. Junto con ellos se arrestó a la ciudadana de origen francés, Florence Cassez, novia del supuesto líder, Israel Vallarta.
Aquella mañana “intrépidos” elementos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), al mando de Luis Cárdenas Palomino, segundo de Genaro García Luna, simularon el arresto en vivo de los presuntos secuestradores para las cadenas de TV Azteca y Televisa donde aparentemente liberaron a Ezequiel Yadir Elizalde Flores, Cristina Ríos Valladares y su hijo de 10 años, cuando en realidad el arresto ocurrió un día antes en otro lugar. El entonces reportero de Televisa, Pablo Reinah, se enlazó con Loret de Mola y juntos simularon ser los paladines de la nota exclusiva.
Al paso del tiempo la farsa se vino abajo y con ello la “contaminación” del debido proceso que obligó a los ministros de la Corte a otorgar su libertad a Florence Cassez. Conscientes del show matutito de Loret, ningún reportero de esa empresa se avocó a investigar la verdad de los hechos. Todo resultó un montaje para resarcir al maltrecho gobierno de Vicente Fox que en materia de seguridad no dio una. Hábilmente García Luna había pagado a la televisora, con recursos públicos, la producción de la serie El Equipo, donde se ensalzaba la supuesta eficacia de la AFI.
Por eso en lo que a “shows mediáticos” se refiere, Televisa se pinta sola, lo mismo que para ocultar la verdad de lo que ahora sucede con la tragedia del pasado sismo. Y pongo otro ejemplo: ayer alrededor de las 6,20 de la tarde, dos emisiones mostraban realidades totalmente distintas de las labores de rescate en un mismo sitio, San Luis Potosí y Medellín, en la colonia Roma; de un lado, y en primera fila con pase VIP, una locutora de Televisa anunciaba que elementos de la Marina procederían a iniciar las labores para limpiar todos los escombros del inmueble siniestrado, la toma mostraba en la parte superior de lo fuera un edificio de oficinas, a dos o tres soldados con las manos en la cintura y a la maquinaria pesada lista para comenzar las labores de limpieza.
Del otro lado de las vallas y los cordones de seguridad, muchos metros más allá se encontraba transmitiendo para la cadena Telemundo el periodista José Díaz-Balart a quien familiares de las personas que quedaron atrapadas en la construcción siniestrada le denunciaban la segregación de que eran objeto por parte de las autoridades, de los cuerpos policiacos y castrenses; al igual que decenas de rescatistas, habían sido prácticamente echados del sitio.
“No es posible, reclamaban, que ya no estén haciendo nada y vayan a meter la maquinaria para demoler todo cuando sabemos que hay gente adentro, ahí está mi hermano. ¿Por qué tanta prisa? ¿Por qué el presidente y Mancera no están aquí? exigía envuelta en sollozos una mujer. El comentarista agregaba antes de ir a un corte: “Esto es lo que pasa en México, pero el año entrante que hay elecciones van a estar aquí los políticos, júrelo, pidiendo los reflectores”.
Dos versiones distintas que desnudan la falta de profesionalismo y ausencia de toda ética informativa de la empresa que fabricó un fantasma para alentar su rating en medio de una tragedia, donde la sociedad civil, lo mismo que los familiares de las víctimas, han sido expulsados de las tareas de rescate por los cuerpos castrenses y policiales, exhibiendo las debilidades institucionales de un gobierno que no conforme con ocultar información ha terminado de comparsa en los shows mediáticos de Televisa. Y si no que se lo pregunten al alma en pena de Frida Sofía.