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* Con este hecho se demuestra que terminó su larga época de impunidades en el Estado, con su Jefe Político en prisión domiciliara, la mafia de la UAEH, da sus últimos estertores
Por Antonio Ortigoza Vázquez / @ortigoza2010
La jueza Karina Vértiz declaró la vinculación a proceso de Esteban R.D., 13 días después de que el jefe de los porros de la UAEH, en el colmo de la prepotencia y la desfachatez, abandonó la audiencia inicial del caso el pasado 14 de noviembre. El hasta entonces impune golpeador, lo mismo de estudiantes que de catedráticos, fue acusado de lesiones graves y dolosas con agravante de pandilla, por los sucesos del 19 de septiembre en el edificio de la calle Abasolo.
No se trata de un caso ordinario de delincuencia callejera, sino de un golpe demoledor de la fiscalía hidalguense, con lo que se acelera el derrumbe de la mafia universitaria conocida como «La Sosa Nostra» y concluyen 50 años de impunidad total que gozó el grupo que alcanzó enorme poder político, con un sistema de auténtico terror que padeció el gremio académico/estudiantil y la sociedad en general.
Trascendió además, que Damián Sosa Castelán (hermano de Gerardo, con prisión domiciliaria por lavado de dinero) está sujeto a investigación por la Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada, con lo que la intención de ese grupo de apoderarse del PT-Hidalgo, se desvanece.
La formal prisión de Esteban R.D. significa un paso firme de las acciones de la fiscalía para, finalmente, poner un alto y limpiar de delincuentes a la UAEH, lo que durante muchos decenios fue soslayado -en el mejor de los casos- por los gobiernos surgidos del PRI.
En paralelo, la jueza Vértiz impuso la suspensión del indiciado como presidente del Consejo Estudiantil Universitario del Estado de Hidalgo, la organización por medio de la cual obtenía cobertura para ejercer violencia contra toda disidencia interna en el recinto académico/estudiantil.
La PGJEH solicitó la vinculación a proceso en la audiencia inicial, pero Esteban R.D. se acogió a la duplicidad del término de 144 horas para que se defina su situación legal.
En la audiencia inicial, la jueza Karina Vértiz decretó un receso para que la defensa «conociera la carpeta de investigación», pero el acusado abandonó el recinto judicial y no se presentó, lo que fue censurado por la impartidora de justicia, quien citó para nueva audiencia.
Una vez que decidió la vinculación a proceso, la jueza Vértiz fijó el plazo para el cierre de la investigación complementaria en cuatro meses. Además, impuso como medidas cautelares la presentación periódica, la prohibición de convivir, acercarse o comunicarse con las víctimas u ofendidos, o testigos, además de la suspensión temporal en la organización estudiantil referida.
Con todo esto, la mafia conocida como «La Sosa Nostra», queda sensiblemente debilitada y abre el camino para un saneamiento en serio en la UAEH, controlada por muchos años por el sórdido personaje que ha sido Gerardo Sosa Castelán, quien vio llegar su derrumbe con la investigación del entonces titular de la UIF, Santiago Nieto, quien detectó que el líder universitario tenía depósitos de, por lo menos, 50 millones de dólares en bancos suizos, por lo que fue detenido y encarcelado en Almoloya.
Para sorpresa de los hidalguenses, fue favorecido por «prisión domiciliaria», y por boca del mismo rector, Octavio Castillo, se supo «urbi et orbi», que fue por gestiones del entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, cuando fue recibido en la universidad durante su «gira» como «corcholata» en busca de la nominación a candidato presidencial de Morena.