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Xóchitl Gálvez y su piedra en el zapato

Durante su gestión en la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, no se justificaron el uso de millonarios recursos como quedó en evidencia al comparecer ante la Cámara de Diputados

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LAS GÁLVEZ RUÍZ, PODER DESHONESTO

 

Xóchitl Gálvez  y su piedra en el zapato

 

 

 

Por Ignacio León Montesinos /Antonio Ortigoza Vázquez

La estrella política de la malhablada y pendenciera Xóchitl Gálvez se eclipsa: la aparición en la escena nacional del crimen organizado de su hermana Jaqueline  Malinali, como integrante de la banda de los Tolmex, dedicada al chantaje, el robo a casas-habitación y al secuestro, vino a pesarle como lápida tras  sus derrumbados sueños por ser Senadora de la República por el estado de Hidalgo.

Ya no fue la Xóchitl bravucona y echadora de siempre la que apareció a los medios para enfrentar la terrible realidad familiar. Atrás quedaron los improperios que soltó en contra del gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina cuando en plena campaña electoral lo acusó de estar “apanicado” por el crimen organizado. “A este señor le falta lo que a mí me sobra: ovarios”, dijo a todo pulmón, en el 2012, en Monterrey.

La pregunta que ahora debe hacerse la ex comisionada para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, durante el sexenio de Vicente Fox, y  ex candidata a la gubernatura hidalguense, es: ¿Usará esos ovarios para pedir castigo a su hermana y sus cómplices, quienes en un acto de salvajismo y crueldad mantenían enjauladas a sus víctimas?

La contundencia de las pruebas terminó por enredar a la agobiada ex funcionaria y desbocada aspirante panista, pues en un acto de desesperado amor filial, buscando exonerar de lo imposible a su hermana se atrevió a externar de manera temeraria que el secuestrador era la pareja sentimental de su hermana, más no su consanguínea, con lo que ratificó aquel viejo adagio jurídico de que “a confesión de parte…”.

Tal parece que la panista sabe más de lo que dice conocer sobre su hermana Malinali, cuya banda se caracterizó, según el procurador mexiquense Alfredo Castillo Cervantes, por su crueldad de cuyos métodos no estaba exenta la cercenación de sus víctimas. Así, con el agua hasta el cuello, Xóchitl Gálvez quiso esquivar otro misil en contra de su parentela, cuando los reporteros le refirieron que desde hace cuatro años, cuando contendió por la gubernatura de Hidalgo, aparecieron en las redes sociales, denuncias en contra de su consanguínea.

En 2010, en un blog de Terra, surgió  un usuario de nombre “Francisco Icasa”, quien denunció que la hermana de Xóchitl, en contubernio con su novio, le habían cometido robo a su casa habitación. Escribió entonces:

“POR FAVOR HIDALGUENSES PIENSEN BIEN LAS COSAS ANTES DE VOTAR POR XÓCHITL GALVEZ…SU HERMANA MALINALI GALVEZ RUIZ ES COMPLICE DE SU “NOVIO”, ESTE TIPO SE DEDICA A ROBO DE CASA HABITACION, DESTRUYO MI FAMILIA PUES MALI SE HIZO AMIGA DE MI ESPOSA Y DESPUES SE CONVIRTIO EN MI AMANTE, CON ESE PRETEXTO ESTUDIO PASO A PASO TODO EL MOVIMIENTO DE MI FAMILIA PARA DESPUES “PONERNOS” A DISPOSICION DEL AMPON (SIC) CON EL QUE VIVE, DE ESTA MANERA LLEVARON A CABO EL ROBO DE MI CASA LLEVANDOSE TODO LO QUE PUDIERON INCLUYENDO JOYAS Y RELOJES Y DOCUMENTOS MUY IMPORTANTES. XOCHITL LE CONSECUENTA TODO ESTO (SIC)”.

La contundencia de los hechos pasados dio al traste con la declaración de la ex foxista quien dijo que tales señalamientos eran por motivos políticos. Lo que no pudo ni ha podido explicar es cómo desde hace cuatro años víctimas de su hermana ya la acusaban en las redes sociales, algo que como demostraron los hechos recientes, era y es totalmente ajeno al ámbito de las aspiraciones políticas de la ingeniera en “edificios inteligentes”.

Lo que tampoco la dicharachera política ha podido explicar a bien es cómo sabía que el novio de su hermana era el secuestrador. Envuelta en su propia telaraña de falsos sofismas, Xóchitl Gálvez sabe que sus antes poderosos amigos panistas están con un pie fuera del poder; con ellos llegó en el 2000, y ahora con ellos, vislumbra el ocaso de su fugaz vida política en este 2012.

XÓCHITL A LA BARANDILLA

Ya no habrá quien cobije las tropelías a Malinali ni a su banda de los Tolmex, y ahora va siendo el momento de que quiénes se encuentran en el poder  indaguen el verdadero proceder público de la pendenciera Xóchitl, misma que en su momento y aún siendo titular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), se dedicó a injuriar y acusar de ladrones a políticos de la oposición, pero que en el Congreso, en la ILX Legislatura, fue incapaz de explicar el destino de miles de millones de pesos manejados por la institución a su cargo y donde abundaron no sólo los subejercicios, sino el uso faccioso y político de los indígenas en favor de Acción Nacional.

Al echar una hojeada a la comparecencia que tuvo en julio de 2005 ante la Comisión de Asuntos Indígenas de la ILX Legislatura, es fácil apreciar que la imagen de eficiencia y honestidad que trató de vender  Gálvez Ruiz a la opinión pública, siempre fue falsa. Para legisladores como Marbella Casanova  y Sofia Castro Ríos del PRD; José Rangel Espinoza, Bernardino Ramos Iturbide y Marcelo Tecolapa Tixteco del PRI, no fue difícil echar abajo el castillo de naipes de la entonces bullanguera y hablantina funcionaria.

Por ejemplo, Marbella Casanova le señaló que mientras Vicente Fox y ella lanzaban a los cuatro vientos que a cinco años de gobierno se habían mejorado las condiciones de vida de los indígenas mexicanos, organismos como la ONU y la SEPAL, equiparaban a municipios indígenas de la sierra de Guerrero como Metlatonoco, a par en pobreza y marginación con los países africanos más atrasados.

Le hicieron ver a la titular de la CDI que era absurdo decir que destinarían recursos del entonces llamado programa  Enciclomedia, que debía utilizar computadoras para su funcionamiento, a zonas indígenas, cuando en las mismas ni siquiera había luz. El monto de Enciclomedia que ascendía a 10 mil 744 millones, le señalaron sería mejor emplearlo en el combate a la pobreza y no en tirarlo  a la basura en planes absurdos

Xóchitl se defendió con argumentos tan banales como el señalar que sí había avances en zonas indígenas como la Selva Huichol o La Lacandona, las cuales, dijo oronda, “ya se han electrificado en su totalidad”.

Y le echaba la culpa de que los avances no fueran los adecuados en las diversas zonas indígenas del país a los “alcaldes corruptos”, “también hay que pedirles cuentas, meter al bote a los alcaldes corruptos”, pero no lograba explicar, por ejemplo, cómo era posible habiéndose destinado un presupuesto histórico de 21 mil 488 millones de pesos en el 2005 al desarrollo de los pueblos indios, para julio de ese año, apenas y se habían ejercido 12 mil 332 millones. La pregunta que Xóchitl no pudo responderles a los legisladores eran dónde estaban los 10 mil millones restantes. Y si de meter al bote a los corruptos se hubiera tratado, seguramente la funcionaria hubiera pasado una buena temporada en Almoloya.

Como tampoco pudo explicar a bien otro asunto que tenía enfrentadas a muchas comunidades en el país en estados como Chiapas donde el desplazamiento de etnias, sobre todo por motivos religiosos, era un auténtico problema social. El entonces diputado Marcelo Tecolapa le cuestionó cómo se habían utilizado los 30,4 millones de pesos destinados para el fondo de tierras de desplazados en Chiapas. Le criticó también que siendo el 2005 la antesala del proceso electoral presidencial del 2006, la política asistencialista del gobierno se estaba centrando en atender de manera prioritaria a 50 municipios marginados para utilizarlos en un claro oportunismo político como supuesto ejemplo de eficiencia.

La titular de la CDI se sacó de la manga que la dependencia a su cargo ya había entregado 30 millones de pesos al gobierno de Chiapas para la adquisición de tierras, situación que hasta la fecha sigue en el aire pues en su momento Pablo Salazar, hoy preso, nunca confirmó tal información, como tampoco su sucesor, Juan Sabines.

Lo que si se rumora en aquella entidad es que a la ex candidata al Senado se le atribuye la adquisición de un rancho en las inmediaciones de San Cristóbal de las Casas, que presuntamente compró a un ex comandante sandinista que hace años asesoró al ex presidente Carlos Salinas. De hecho, algunos estudiosos del indigenismo se atreven a comentar que si bien los recursos para los desplazados nunca llegaron los mismos parece que fueron desviados a la adquisición de propiedades de ex funcionarios foxistas que navegaron con la aparente bandera de la honestidad, cubriendo su verdadera bandera pirata de la corrupción.

HACIENDOLE EL FAVOR AL IFE… Y AL PAN

El priísta José Rangel abrió otra de las puertas falsas y tramposas utilizadas por Xóchitl para irle preparando el camino del triunfo electoral al PAN en el 2006: la redistritación de los municipios indígenas. Dijo entonces el legislador:

“Me preocupa que la institución que usted dirige haya influido para que en el IFE, en el Estado de México se creará un distrito en la redistritación electoral federal para las etnias, eso no es más que con fines electoreros, es el distrito con cabecera en San Felipe del Progreso, que incluye los municipios, obviamente la sede de Ixtlahuaca y de Temoaya, y en la argumentación está esa: que sea un distrito para las etnias”.

Denunció entonces el diputado federal que con su anuencia se hubiera montado un escenario de falsos dirigentes indígenas en el municipio de San José del Rincón, del Estado de México, uno de los de más alta marginación y cuya población en un 80 por ciento, es mazahua.

Dijo entonces Rangel Espinoza: “Me preocupó que en contubernio con el alcalde, distinguido amigo de Fox y la Comisión que usted dirige, a cambio de unos apoyos en empleo temporal hayan llevado a una líder de comerciantes al Centro Histórico, que seguramente usa ropa Versage y creo que habla francés también, la haya disfrazado y la hayan llevado el 2 de julio a hacerla de oradora a nombre de los indígenas del país. Esta supuesta líder es Marcelina Castillo y la llevaron a hablar al evento del Presidente”.

Xóchitl Gálvez cambiaba de rostro, los videos de entonces la muestran demudada, molesta, acorralada, nada que ver con su acostumbrada e irreverente pose de perdonavidas. Tratando de salirse por la tangente quiso endosar el mañoso truco electoral auspiciado por su dependencia bajo el argumento de que ella únicamente había proporcionado al IFE la información que le había solicitado, pero apenas iba en ascenso en su ruta de salida cuando la perredista Sofía Castro le salió el pasó al señalarle:

“También usted tampoco dijo, no obstante que el Presidente del Consejo General del IFE vino a confesar ante la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, que la fuente para redistritar los 300 distritos electorales federales del país, obedeció a la fuente que usted le entregó, como si esa fuera la fuente que la ley señala para acreditar dónde hay población y dónde no hay población indígena”.

La entonces titular de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas intentó nuevamente defenderse, y expuso: “Sí hubo cambios en los distritos electorales, efectivamente los hubo, los partidos me parece que tuvieron tiempo de cuestionarlo y de revisarse porque de hecho nosotros recibimos varias preguntas al respecto y las contestamos”.

Pero Sofía Castro, volvió a bajarla de su nube y le subrayó: “El IFE señaló claramente que la Comisión fue la fuente, pero la omisión consiste en que si a la Comisión, por mandato de la Ley, le está encomendada la vigilancia y el cumplimiento de las acciones a favor de los pueblos y comunidades indígenas, también por omisión hay una responsabilidad, porque el Convenio 169, justamente, obliga a que el Estado Mexicano consulte a los pueblos y a las comunidades indígenas”.

Y para situarla en su lugar exacto de inexactitudes y mentiras, la perredista expuso de forma lapidaria: “Y yo quiero decirle que a ningún indígena del país le consultaron si estaba dispuesto o no a pertenecer a tal o cual distrito electoral federal, y les dio lo mismo revolver a un pueblo originario con otro  y , por el contrario,  le causaron mucho más daño porque ahora no van a poder votar porque la distancia de dónde votaba a donde vive y a donde ahora va a votar es muy distante, está absolutamente disparada, es un asunto que se hizo mecánicamente, como lo señaló el IFE, pero no hubo ninguna voz. Los partidos políticos no son representantes de los pueblos y las comunidades originarias de México, ésa es la primera cosa, como consecuencia hay una omisión”.

Xóchitl Gálvez salió en silencio de la reunión, no hubo aplausos, ni siquiera de parte de los dos diputados panistas, Esteban Melchor y Humberto Aldaz, que asistieron al encuentro. No había nada que agregar, Xóchitl, la entrona, no había respondido ni aclarado nada, porque sencillamente, amén de soltar palabras altisonantes y sarcasmos nada hizo, en realidad, por los indígenas del país. La pregunta que aún flota en el aire enrarecido por la conducta delictiva de su hermana Malinali, es: ¿Dónde quedaron los millonarios recursos que en su momento manejó la ahora eclipsada Xóchitl?

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