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CONSPIRACIÓN BEIJING

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Por samuel Cantón Zetina/@SamuelCanton

Donald Trump se vio mal cuando arremetió contra la Organización Mundial de la Salud -a la que retiró fondos- culpándola de ser cómplice de China en una virtual conspiración para infectar al mundo de Covid-19.

Se pensó que lo hacía a manera de impotencia por no ser capaz de evitar que EEUU sea el más afectado, con 650 mil contagios y ¡33 mil muertos!, aunque ya le empiezan a creer.

El Senado estadounidense investigará el origen del Covid -el gigante asiático pudo desarrollarlo en laboratorio-, y Mark Esper, jefe del Pentágono, acusó a Shangai de ocultar información 4 meses después del brote.

Extraoficialmente, dos animales: el murciélago y el pangolín, fueron los que transmitieron el virus al humano.

De lo mismo acusó al gobierno chino la agencia de noticias AP: de esconder la noticia de la irrupción en Wuhan, aunque solo por 6 días (según la fuente, cuando el presidente Xi Jinping informó, ya habían más de 3 mil contagios en China).

Desde luego, el dragón rojo lo niega, y asegura que de inmediato notificó.

¿Fue una conspiración secundada -sin saberlo- por la OMS?

No parece descabellado, a juzgar por hechos sospechosos o misteriosos como el blindaje que a pesar de su cercanía con Wuhan (680 y 1151 kilómetros) han mostrado Shangai y Beijing.

A principios de abril, Shangai tenía 187 casos “importados”, y Beijing 416, al 24 de marzo.

El Covid-19 cruza naciones, océanos y desiertos -12 mil kilómetros de Wuhan a NY-, pero respetó y no golpeó muy fuerte a las capitales política, militar y económica de China.

Y ya la potencia hasta reabrió Wuhan.

Semanas atrás, quizá en la Cumbre del G-8, Trump propuso nombrar “Virus de Wuhan” al Covid, por ser ahí donde se gestó, pero no fue apoyado.

Y DE MAÑANA…

DEBE TENER cuidado el gobernador Adán Augusto López Hernández con los funcionarios -de los tres ámbitos- que están obligando a los burócratas a ir a trabajar en oficinas oficialmente cerradas, bajo amenaza de correrlos o quitarles compensación. Uno de ellos es Evaristo, al que los barrenderos le exigen -con entera justicia- un bono por riesgo…

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