Inicio Columnas EL COMBATE AL CRIMEN ORGANIZADO, UNA ESTRATEGIA QUE APESTA A SIMULACIÓN

EL COMBATE AL CRIMEN ORGANIZADO, UNA ESTRATEGIA QUE APESTA A SIMULACIÓN

1237
0

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 22 segundos

*Hoy, los sicarios se presentan ante el pueblo mexicano como sus benefactores en esta pandemia; sin miedo a ser enfrentados por las fuerzas del orden, llegan a los municipios del país cargados con despensas que son repartidas entre la comunidad, la cual los vitorea y aplaude por llevarles alimentos.

Por Antonio Ortigoza Vázquez/@ortigoza2010

Hoy, todo sigue igual. El crimen organizado se pasea, se muestra, sin ningún pudor ante la sociedad, ante la fuerza del estado, siempre amenazante, sin titubeos en demostrar quién manda en los territorios donde, históricamente, han asentado sus reales; siempre con la advertencia en desatar su furia, su terror, gracias a un simulado combate contra ellos por parte de las fuerzas federales de este país.

Para una muestra, un botón: Hoy circula, en esas “malditas” redes sociales, un vídeo subido a la plataforma Tik Tok, del usuario @javillmon2, en donde hombres encapuchados, con música de banda y en camionetas pick-up último modelo, se presentan en calles de un municipio de Guadalajara, Jalisco y ante la mirada de decenas de curiosos, les dicen “buenas noches a toda la comunidad, somos del cartel de Jalisco del señor ´Mencho’. Venimos a hacerles entrega de una despensa, a causa de esta pandemia por la cual hoy estamos batallando, bendiciones para todos. Recordarle que nosotros estamos para apoyar al pueblo, muchas gracias”,

De inmediato, los asistentes –conformados por mujeres, niños y hombres—dan las gracias a los sicarios y aplauden su visita “¡Viva Mencho!”. Los hombres encapuchados, de forma ordena, comienzan a entregar bolsas “negras” que en su interior llevan las despensas ofrecidas. Ahí, en esa esquina del reparto, se encuentra un altar de la Morena de México, atestiguando el cómo esos hombres dedicados al terror, también tienen un “lado humano” para un pueblo que ve en ellos a unos benefactores que se pasean sin miedo alguno a ser detenidos.

Ante estos eventos, ya se advierten por doquiera, un sin número de manifestaciones de hartazgo entre la sociedad mexicana acerca de la nula campaña de las fuerzas del Estado contra las organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de estupefacientes y psicotrópicos.

Este supuesto combate al crimen organizado, en realidad es una simulación oficial, una guerra que en tiempos pasado se libró sin una declaración constitucional contra un enemigo sin rostro e inasible, la cual sigue siendo igual, o más, sangrienta y terrorífica.

La pérdida de vidas humanas, militares y policías muertos en la refriega bajo la modalidad de contrataques emboscados, los propios sicarios de las organizaciones del narcotráfico, e inocentes, es la que ha exasperado a la sociedad.

Las cifras de homicidios dolosos han afectado a la paz social, nos referimos a la salud psicológica, que se traduce en una ausencia de tranquilidad que se ha perdido entre los mexicanos.

Esa exasperación social se traduce en preocupaciones y, a su vez, dichas preocupaciones conturban, escandalizan, sacuden y finalmente trauman a la sociedad y, como secuela, se formula la conclusión de que el costo es muy alto para todos.

La ausencia de la seguridad pública ha despertado dudas y suspicacias entre la sociedad mexicana; la liberación del hijo del Chapo Guzmán, la reunión con la madre de este, ponen en duda en cuáles son las verdaderas causales de estas inacciones gubernamentales contra las organizaciones del narcotráfico

Y es que, a la luz de los resultados efímeros de las fuerzas armadas, son señales alarmantes de la decrepitud temprana, de una estrategia fallida contra el crimen organizado.

La ciudadanía parece cansada del estado en que se vive en México con relación a la violencia, cansancio cuya realidad ha sido detonada precisamente por la inacción del gobierno contra las empresas dedicadas al narcotráfico.

Ese cansancio adquirió tal condición porque, la sociedad sospecha acerca de la motivación verdadera del gobierno. La percepción pública parece ser la de que el gobierno utiliza esta campaña con fines ajenos a los verdaderos.

Pareciera ser que los fines verdaderos, según el sentir y el parecer de la opinión pública, se representan en el hecho de que un nuevo jefe ha entrado a la escena de esta vertiente lucrativa del crimen organizado y quiere imponer sus reglas y que se le rinda tributo. Mientras tanto, las cifras de muertes a manos del crimen organizado, siguen creciendo ante la apatía de Don López-

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here