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El último chiste de Mancera: “en la CDMX, la inseguridad bajo control”

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Ojalá un día el Jefe de Gobierno saliera como un ciudadano más a exponerse a la delincuencia en las calles

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*  La vox populi ríe a carcajadas del Jefe de Gobierno por su “demagogia pura y cantinflesca”; los capitalinos viven en la zozobra por la creciente ola de crímenes, robos y violencia y su operadores están más ocupados en montarlo en la candidatura del 2018, que en atender una ciudad en llamas

 

 

Por BLAS A. BUENDÍA

Especial de Expediente Ultra

Ojalá que algún día de estos, Miguel Ángel Mancera Espinosa salga de su casa de forma incógnita, se dirija a su centro de trabajo agarrando el primer microbús que pase, se suba y como triste parroquiano sea sorprendido por los “amigos de lo ajeno”; o bien, una vez que se haya trepado al Metro en esas horas “pico” de apretujones, manoseos y saqueos, sea también víctima del robo ocasional de esos raterillos que operan no solo por hambre, sino que el lumpen que los obliga a jugarle al peligro.

Su desastrosa declaración de considerar que “la inseguridad en la Ciudad de México está bajo control”, es una falacia ya que el responsable social de esta gran ciudad y que para algunos es “el político número uno de la capital” -que tanto amamos y que tanto queremos-, Mancera no se ha dado baños de pueblo sino que cuando sale de sus oficinas centrales del Gobierno capitalino, lo hace por la puerta trasera que se halla en 20 de Noviembre y el Zócalo, para evitar confrontarse con la pueblo que le exige “¡Justicia!”

Por si fuera poco, el escenario se torna sumamente peligroso porque cuando menos una veintena de matones (llámese guaruras), ensillados con sus fuscas de alto poder al cinto, cuidando al patrón del Zócalo, desde siempre andan a las vivas que no se le acerque ningún individuo que pretenda saludarlo porque es inmediatamente interceptado.

Es por ello que –se insiste-, el doctor Mancera debería ser víctima de un asalto a mano armada para que “suda la gota gorda” y sienta lo que sienten la gente y común y corriente cuando es despojada de sus pocas pertenencias que para un raterillo de ocasión, solo le servirá el celular robado, empeñarlo en cualquier casa de almoneda, porque bien se sabe que casi toda la ciudadanía tiene celulares valiosos que en cualquier empeño pueden dar desde 800 pesos hasta 5,500 pesos, conforme a la marca y generación.

La prensa mexicana, soldado fiel revelador de las torpezas de los funcionarios de moda, hace referencia que ni con las altas cifras de homicidios y violencia registradas en los últimos días en la Ciudad de México, Mancera Espinosa cede en su discurso de que la inseguridad está controlada en la Ciudad de México.

El martes 15 de agosto, al término de un acto oficial, la prensa que cubre sus actividades le preguntó si consideraba que en la ciudad hay un “desborde de la violencia”, a lo que el ex procurador y ex consejero de la Judicatura del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, respondió:

“Pues lo ven ustedes, ahí tenemos las cifras, no lo digo yo. Está en las cifras de cómo estamos trabajando, cómo vamos en el control de esto, que fue verdaderamente otra vez un reto para la Ciudad de México”.

“Pura demagogia cantinflesca”, acusan diputados locales, quienes advierten que la ciudad mancera está clavada en un hoyanco de la inseguridad que le será difícil que la sociedad viva con tranquilidad a un año de haberse implementado el Nuevo Sistema Penal Acusatorio que le ha permitido a muchos defensores, sacar de la cárcel a sus clientes criminales.

Pero si a cifras se remite, la diputada local del PRD Rebeca Peralta reveló que en los últimos siete meses del año se denunciaron mil 105 robos a usuarios del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, según estadísticas de la Procuraduría General de Justicia local (PGJ-CDMX), y eso sin contar la cifra negra de aquellas personas que son víctimas de cualquier atraco pero no denuncian por los mecanismos burocráticos de los servidores públicos de la procuraduría.

El martes fue el día más terrorífico que haya registrado la Ciudad de México por seis homicidios que se produjeron con arma de fuego en las calles de la capital, cuando el promedio diario es de 2.7 al día, de acuerdo también con la Procuraduría local.

Incuso, en el bravo Barrio de Tepito hubo una persecución de presuntos narcomenudistas, a quienes se les encontró mariguana, dinero en efectivo y armas de fuego.

El domingo 13, dos personas murieron -una en el escenario de los hechos y otra en un hospital-, y tres más resultaron heridas cuando un sujeto ingresó armado a una cervecería del centro de la ciudad y disparó 10 veces.

Las autoridades aseguraron que el crimen fue producto de una riña y se apresuraron a revisar si el establecimiento funcionaba con todos sus permisos, pero para el jefe de gobierno “la inseguridad en la Ciudad de México, está bajo control”. (glup)

De ese hecho, Mancera Espinosa comentó: “El tema de la portación de armas es de todos los días. Yo se los he contado a ustedes infinidad de veces. Ahora (fue) en este antro. Vamos a seguir combatiendo los antros. Ahí está, ahí está la razón de porqué estamos combatiendo los antros”.

Operativos y más cifras

La madrugada del sábado 12, un conductor de Uber fue asesinado a balazos en la delegación Gustavo A. Madero al resistirse a un asalto.

El jueves 3, una nueva balacera en Tepito dejó como saldo siete personas heridas y una muerta.

El lunes 1, la organización civil Semáforo Delictivo detalló que los homicidios relacionados con el crimen organizado en la Ciudad de México, han aumentado 66 por ciento en lo que va de este año.

Destaca que en el primer semestre de este año se documentaron 541 homicidios, de los cuales 104 corresponden a ejecuciones vinculadas al crimen organizado y representan un aumento de 66 por ciento con respecto al año pasado.

Como otro botón de muestra de la delincuencia en la ciudad se puede mencionar la existencia de la organización delincuencial liderada por Felipe de Jesús Pérez Luna, alias “El Ojos”, quien tenía aterrados a los habitantes de Tláhuac y, en general, los del oriente de la ciudad con la venta de droga, homicidios, cobros de piso y secuestros que ejercía en este territorio.

Tuvo que intervenir directamente la Secretaría de Marina  -sin avisar con tiempo a la policía capitalina para evitar filtraciones de información- para abatir al delincuente junto con siete de sus cómplices, en un operativo sin precedentes en la capital, el 20 de julio.

Un día antes, el aspirante presidencial estaba en Chihuahua participando en una cabalga en memoria del revolucionario Pancho Villa. En esa visita, donó al municipio de Ciudad Juárez seis patrullas con el argumento de que ya no eran útiles para el servicio en la capital. De hecho, la voz populi acusa que les llevó autos-chatarra.

A partir de ese operativo, la administración mancerista se aprestó a realizar vistosos operativos “sorpresa” contra establecimientos mercantiles -la mayoría antros-, así como contra transporte irregular.

Ante las cámaras de fotografía y televisión, Mancera Espinosa mostró la imagen que solía tener cuando era titular de la PGJ y encabezaba los operativos, incluso, hasta negociaba directamente con secuestradores. (Esta fue una declaración de película, Hollywood se queda chiquita)

Pero antes de ese espectáculo, las cifras de inseguridad seguían dando de qué hablar en la ciudad.

Por ejemplo, entre el 19 y el 20 de junio, la Ciudad de México vivió otra jornada roja, al registrar al menos cuatro homicidios con arma de fuego en las delegaciones Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Tlalpan e Iztapalapa.

Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a mayo de 2017 se han contabilizado 438 homicidios dolosos. Dicha cifra también se lee como que en esos primeros cinco meses se cometieron casi la mitad de la tasa de homicidios más alta hasta entonces registrada, que es 2016 con 952 casos.

La misma dependencia aseguró que desde el 5 de diciembre de 2012, cuando Mancera asumió la jefatura de gobierno hasta julio pasado, se contabilizaron tres mil 742 homicidios dolosos.

Pese a estos datos, Mancera Espinosa insiste: “Ahí tenemos las cifras, no lo digo yo”.

Es por eso, que este Reportero Free Lance cuando sale de su residencia de Polanco, siempre lo hace con el “Bendito en la Boca”, esperando regresar vivo al penthouse para “dormir tranquilo”. Así las cosas de la inseguridad de la ciudad mancera.

 

LA IRONÍA CIRCUNSTANCIAL

 

Como si fuera una “nota” periodística que se adelantara por muchos meses al 28 de diciembre, que es el Día de los Inocentes, el portal denominado El Dizque, se aventó la puntada de influir en un asalto en contra por mera coincidencia en contra del Doctor Mancera. (http://www.eldizque.com/el-doctor-mancera-fue-golpeado-y-asaltado-en-pleno-centro-de-la-ciudad-de-mexico/)

El doctor Mancera fue golpeado y asaltado en pleno centro de la Ciudad de México

Publicado el 24 Mayo, 2017  en México  Por Yako Daniel

Los índices de criminalidad en la Ciudad de México siguen en aumento y nadie está a salvo en ningún lugar.

Esta mañana se reportó que el doctor Mancera fue brutalmente golpeado y despojado de sus pertenencias mientras caminaba tranquilamente por la calle, sin que hasta el momento haya detenidos.

Diversos medios de comunicación aún no dan la noticia, pero aquí nos adelantamos y platicamos con el afectado para que nos explicara lo sucedido.

“Me dirigía a trabajar, como todos los días, y cuando iba caminando, sentí que una persona me tomó del brazo y me llevó al interior de una vecindad destartalada. En ese lugar, entre varios sujetos, me golpearon y me basculeraron, como se dice, y fui despojado de mis pertenencias”, relató.

Mancera dijo que, posteriormente y chorreando sangre, pudo salir del lugar: “Como pude, caminé hacia la calle. Nadie quería auxiliarme, pero una señora que vendía tamales en una esquina se apiadó de mí y llamó a una ambulancia”.

Ya en la ambulancia, los paramédicos le informaron que tenía varias contusiones, conmoción cerebral, fractura de cuatro costillas, un diente fisurado, el tabique nasal desviado y una uña enterrada.

Sin embargo, ahí no acabaron los problemas, pues en un hospital de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México no lo quisieron atender por falta de personal, así que fue llevado a un sanatorio particular, en donde le vendieron la medicina al doble de su precio y le cobraron las placas que no le tomaron, pero como se quedó sin dinero no las ha podido pagar.

“Ahora me arrepiento sinceramente”, dijo. “Me arrepiento de haber tratado mal a mis pacientes y recetarles cosas innecesarias. Lo siento mucho”, finalizó entre sollozos el doctor Agamenón Mancera, médico de guardia de la Clínica Mayo Niza.