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Hacer grande, otra vez, al multilateralismo

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El nuevo coronavirus, causante del COVID-19, no respeta fronteras ni sabe de niveles de ingreso. Sin embargo, en su lucha contra la nueva enfermedad, los países se han atrincherado en sus espacios nacionales, lo cual hace que la respuesta sea descoordinada y, en última instancia, ineficaz.

Somos testigos de una pugna entre países por hacerse de los medios para proteger a su propia población. Al no haber una estrategia común, el precio de los insumos se incrementa, lo cual afecta a todas las naciones —pues la recesión ligada con el COVID-19 ha mermado los recursos disponibles— pero, sobre todo, a aquellas en vías de desarrollo.

Hacia dentro de los países se reproduce el “sálvese quien pueda” del escenario global. Los pobres no tienen la misma capacidad para practicar la necesaria cuarentena ni para evitar contagiarse y recibir atención médica en caso de requerirlo. Las personas con mayores recursos creen, erróneamente, que con sólo aislarse, sin considerar a los menos favorecidos, estarán seguros para siempre.

La pandemia tomó a la humanidad en un tiempo de pocas luces. Una mala definición de competencia económica dio lugar al proteccionismo comercial. Y éste, del brazo de políticas ultranacionalistas, ha provocado que las respuestas multilaterales a los problemas comunes del mundo hayan decaído. Afortunadamente, hay quienes no han desistido en señalar la importancia y la urgencia de mantenernos en la senda del desarrollo humano.

Como habitante de este continente, quiero destacar el papel que ha jugado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos, que preside el comisionado Joel Hernández García.

El pasado fin de semana, la CIDH lanzó el sitio multimedia de su Sala de Coordinación y Respuesta Integrada en relación con la pandemia.

Se trata de un instrumento de consulta en línea y de fácil acceso, donde se recopilan las evidencias del impacto de esta enfermedad global sobre los derechos humanos; los resultados del monitoreo que realiza la Comisión respecto de las respuestas que los Estados de la región han dado a esta crisis y las recomendaciones emitidas por el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

Entre estas últimas, hay que señalar la Resolución 1/20 de la CIDH —Pandemia y Derechos Humanos en las Américas, del 10 de abril último—, en la que el organismo hemisférico pone en blanco y negro las diferentes maneras en que el nuevo coronavirus puede afectar la plena vigencia de los derechos humanos en la región más desigual del planeta.

Es muy oportuno el documento de la Comisión al recordar que “la pobreza y la extrema pobreza constituyen un problema transversal a todos los Estados de la región” y que éstas se manifiestan en lo más básico —como “la falta de acceso al agua potable y el saneamiento”—, lo cual “impide a millones de personas tomar medidas básicas de prevención contra la enfermedad”.

Como periodista, debo mencionar también las acciones puntuales de la CIDH en materia de libertad de expresión y derecho a la información, que ha tomado mediante su Relatoría Especial en la materia, que encabeza Edison Lanza. La defensa de estos derechos es crucial, no sólo en la defensa de la democracia, sino en la respuesta al coronavirus.

El sábado pasado, la Relatoría Especial dio a conocer, en un documento detallado y riguroso, las diferentes maneras en que ha sido afectado el trabajo de divulgación informativa sobre la pandemia en diferentes países de la región.

Entre ellas, “las restricciones en el acceso a ruedas de prensa y las posibilidades de hacer preguntas”; el uso de “figuras del derecho penal para sancionar la difusión de ideas e información calificadas como falsas o incitaciones al pánico”, y “la falta de información clara y desagregada sobre personas sometidas a test, las personas infectadas y las que han visto agravado su estado de salud”.

Es cada vez más obvio que el mundo necesita, con urgencia, una respuesta multilateralista a esta crisis. Ayuda enormemente que defensores de derechos humanos, especialistas y trabajadores de la salud y organizaciones multilaterales lo subrayen mediante un trabajo serio, profundo y oportuno.

https://www.excelsior.com.mx/opinion/pascal-beltran-del-rio/hacer-grande-otra-vez-al-multilateralismo/1377030

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