Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 45 segundos
* Este fin de año muchos no contaron con recursos para ofrecer un bocado a los que nada tienen en la cada vez más deshumanizada CDMX; la gente encargada dice que no hay dinero ni para ofrecer un taco de frijol con gorgojos
Por BLAS A. BUENDÍA
Especial de Expediente Ultra
Lo que en su momento fue un éxito, hoy ya no se puede cantar victoria por parte de las autoridades de la Ciudad de México, en relación a los comedores comunitarios ya que muchos de ellos han sido abandonados a su suerte, o de plano cerrar sus puestas por falta de presupuesto.
Sin embargo, en el terreno internacional, también en su momento fue materia de presunción ante los ojos del mundo que los gobiernos de la izquierda institucional en México, estaban desarrollando programas de tipo social que benefician a millones de personas, pero hoy en día las cosas han ido cambiando.
El programa de Comedores Comunitarios del Gobierno de la Ciudad de México fue reconocido en Roma, Italia, por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como una de las dos mejores políticas públicas en materia alimentaria, se les otorgó una ayuda mensual de 15 mil euros, y ahora todos se preguntan, ¿dónde quedó todo ese dinero?
Mujeres autollamadas “Las Bartolas Modernas” que se encargan día a día de administrar y de atender los comedores comunitarios de la Ciudad de México, manifestaron su inconformidad contra el gobierno de Miguel Ángel Mancera ante el desamparo y falta de apoyo para los comedores, mismos que nacieron gracias a la iniciativa y propuesta de un grupo de mujeres de la “Casa de la Luna A.C.”, quienes preocupadas por su comunidad implementaron en enero del 2009, este espacio para alimentar gratuitamente a niños, niñas y hoy a personas de la tercera edad con situación precaria.
Al dejar demostrado que “Mancera está dejando sin comer a los necesitados de la Ciudad de México”, la creación de este programa piloto de los comedores comunitarios fueron un éxito, donde inicialmente se contó con la ayuda del Martí Batres Guadarrama cuando fungía como Secretario de Desarrollo Social en la administración de Marcelo Ebrard, donde posteriormente sin aviso alguno se dejó de recibir la ayuda económica para pagar sueldos, y servicios de gas, luz, agua y predial, generando un desconcierto y afectación para la comunidad beneficiada ya que solo recibíamos la comida para 200 personas diariamente.
El 13 enero del 2009 fue inaugurado el primer comedor comunitario y público de la CDMX por Marcelo Ebrard, donde a los tres meses se extendió en diferentes delegaciones de la Ciudad y que ha llevado a recibir premios internacionales, dando prestigio a la Ciudad.
“Hoy en día, la situación que vivimos las mujeres en los comedores comunitarios, es preocupante ya que nos sentimos las bartolas modernas, pues con unos cuantos pesos tenemos que pagar el teléfono, la luz, el gas, la carne, verduras, frutas, lácteos, y otros artículos perecederos, con sueldos raquíticos de $100.00 donde personas voluntarias no reciben apoyo monetario a pesar de trabajar incansablemente sin prestaciones de ley, no contamos con botiquín, ni seguro médicos, menos capacitación”, alertaron las quejosas, al puntualizar que el gobierno mancerista tiene los suficientes recursos para mantener este tipo de programas sociales.
Corolario de desastres
Programa que se anuncia pomposamente en medios de comunicación nacional e internacional una realidad ajena donde ya no se puede. Lo que fue el colmo es que a pesar de que en este 2016 que está por fenecer, con casi 50 millones más nos quitan el abasto a fin de año, ni una lona nos dieron en todo el año, tuvimos que comprar todo y gastar diariamente hasta en la lista de beneficiarios.
Para sorpresa nuestra nunca se nos informó que el Secretario había cambiado las reglas de operación del mismo y que el 16 de diciembre hasta 2 de febrero no habrá los insumos.
Lo cual nos parece injusto ya que ese presupuesto ya está etiquetado para dar de comer a quien lo necesite. “El hambre y las necesidades no disminuyen en diciembre”, acotaron.
Ya acudimos a las instancias y no hay solución, por lo cual venimos a evidenciar que este programa es exitoso no por el gobierno sino por que nosotras nos esforzamos por mantenerlo bien, es una situación donde nos sentimos Las Bartolas del Gobierno de la Ciudad que no está cumpliendo con su obligación.
¿Dónde quedó el derecho a la alimentación de los vulnerables?
Se presentó en los medios de comunicación un recetario saludable que la UAM realizó pues otra vez que se nos prometió entregar y ni eso nunca se repartió nada más lo tienen bonito para presumir lo que no se lleva a cabo. Solo en su imaginario social de los medios de comunicación.
Un menú por cierto que nada tiene que ver con el plato del buen comer. Dan pasta, arroz, frijol (con o sin gorgojo), tortilla, galletas, de lunes a viernes porque no dan carne, mucho menos verduras, frutas, semillas, mucho menos productos lácteos. Lo único que hacemos es engordar a la gente. Es una pésima alimentación. Un inadecuado aporte de calorías, carbohidratos de carbono, proteínas y lípidos.
¿Dónde quedaron los 15 mil euros de la FAO?
El programa de Comedores Comunitarios del Gobierno de la Ciudad de México fue reconocido en Roma, Italia, por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) como una de las dos mejores políticas públicas en materia alimentaria.
La estrategia de la administración capitalina resultó ganadora en la categoría Equidad social y económica, en un concurso organizado por el organismo internacional, cuyo premio fue 15 mil euros, los cuales deberán ser utilizados para ofrecer asistencia técnica a otra localidad con una escala de desarrollo igual o similar a la de la capital mexicana.
Dicho sistema, que se presentó en Roma, ha generado buenas expectativas entre varios alcaldes, al grado de que los gobernantes de Milán, Italia, y Valencia, España, manifestaron su intención de viajar a la capital mexicana para conocer los comedores de cerca.
En contrapeso, y ver la realidad que se vive en México, en dichos comedores comunitarios ya ni el recetario saludable ve, ni el sistema de captación de agua de lluvia que anuncio el Jefe de Gobierno, menos se puede creer en supuestos huertos urbanos, “pues ni a mandiles llegamos”.
Pero la realidad está lejos de ser la que presentan. Nosotras tenemos que hacer maravillas, el gobierno solo nos da semillas y todo lo demás lo ponemos nosotras. Hacemos una labor titánica, es una labor de supervivencia porque hay que pagar luz, gas, renta y agua, toldo esto es carísimos, es decir, estamos hablando de gastos mensuales de entre 25 mil a 35 mil pesos sabemos que no es negocio pero la Secretaria de Economía capitalina podría aportar algo.