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*Al día de hoy, se reconoce la veloz creación y aplicación de vacunas contra COVID-19. En cambio, hace 37 años que se conoce el VIH/SIDA y no existe una vacuna.
Por la redacción de México Social/ Carlos Magaña García
Ronald C. Desrosiers, profesor de Patología y vicepresidente de Investigación en la Universidad de Miami, escribió sobre las vacunas contra VIH/SIDA para El Financiero. La razón es que el laboratorio donde trabaja, es conocido por haber descubierto el virus de la inmunodeficiencia de los simios.
Se sabe que el VIS es el pariente más cercano del virus que causa el SIDA en los humanos. La investigación, que el doctor Roland desarrolla, busca comprender los mecanismos por los cuales el VIH causa enfermedades y ayudar a generar vacunas.
La dificultad de crear una vacuna contra el VIH
En 1984 se anunció que el VIH es la causa del SIDA. En aquel entonces, la secretaria de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Margaret Heckler, dijo que una vacuna podría crearse en dos años. Actualmente, han pasado 37 años y no hay vacuna.
En contraste, la rapidez de la vacuna de COVID-19 pone en duda la falta de una contra el VIH. La dificultad está en la diversidad de cepas del VIH y sus formas de evasión inmunológica.
Al momento, han existido cinco ensayos de la vacuna contra el VIH. Incluso, se ha llegado a la fase tres en gran escala, cada ensayo con un presupuesto que superó los 100 millones de dólares.
- Los tres primeros ensayos fracasaron: no se logró protección contra la infección por VIH. De hecho, en el ensayo STEP, hubo una mayor frecuencia de infección en las personas vacunadas.
- El cuarto ensayo, llamado RV144 y de origen tailandés, registró que había menos del 78% de posibilidades de protección contra una adquisición real del virus.
- En el quinto ensayo de vacuna, HVTN 702, se frenó porque no tenía utilidad; sin protección contra la adquisición, ni reducción de la carga viral.
Las propiedades biológicas que ha desarrollado el VIH hacen que el desarrollo de una vacuna exitosa sea en extremo difícil.
El virus tiene la capacidad de tolerar múltiples mutaciones en su información genética. Como resultado, hay una gran diferencia entre cada una de sus cepas. Cabe señalar, que no es de un individuo a otro, sino variantes dentro de un solo individuo.
Avances para llegar a la vacuna
Gracias a los estudios, se conoce que el VIH evoluciona constantemente dentro de una persona infectada. Quien porta el virus, crea una respuesta inmune para atacarlo y hay una presión selectiva sobre el virus. Entonces, por la selección natural, aparece una variante del virus que no es reconocida por el sistema inmunológico.
Otro manera que plantea el Dr. Ronald para hacer la vacuna, es buscar la inmunidad protectora desde un ángulo diferente. Pese a que las personas infectadas por el VIH producen anticuerpos contra la cepa débil, algunas, que son poco comunes, producen anticuerpos contra una amplia gama del VIH.
Con base en lo anterior, los científicos han descubierto una forma de lograr niveles protectores de anticuerpos de amplia gama en una sola aplicación. El logro se dio por un vector viral, llamado “virus adenoasociado”. El vector se administra de forma muscular y las células musculares producen los potentes anticuerpos neutralizantes.
