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* La SSH, recomienda vigilar su buen funcionamiento realizándose chequeos periódicamente, sobre todo si existe algún antecedente familiar de enfermedades hepáticas
Por Erika Ruiz Merino
Especial de Expediente Ultra
El hígado, considerado “el laboratorio del cuerpo”, es una de las glándulas más importantes de nuestro organismo, ya que realiza procesos metabólicos fundamentales para contar con una buena salud.
Este órgano, es esencial para el buen funcionamiento del sistema inmune; además de asimilar las sustancias nutritivas necesarias para el crecimiento y reparación del organismo, transforma en energía el azúcar, las grasas y proteínas.
Igualmente, produce la bilis que se almacena en la vesícula y favorece la digestión de las grasas.
Una de sus principales funciones, es la eliminación de sustancias toxicas de la sangre, realizando la labor de “un gran filtro” que elimina del organismo todas las toxinas procedentes de las sustancias que comemos, respiramos o nos untamos en la piel, como medicamentos, alcohol, nicotina, insecticidas, solventes o drogas.
Las principales enfermedades del hígado son el hígado graso, hepatitis aguda o crónica (inflamación del hígado), cirrosis Hepática o encefalopatía hepática. En México, la mortalidad por cirrosis hepática y enfermedades asociadas, se encuentra entre los primeros cinco lugares.
Es por ello que, en el marco del Día de la Salud Hepática que se conmemora durante el mes de mayo, la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH), invita a la población a tomar conciencia de que un hígado sano es fundamental para prevenir determinadas enfermedades.
Para cuidar la salud de nuestro hígado es importante considerar:
- Evita tomar medicamentos innecesarios.
- No combines medicamentos sin la asesoría de un médico.
- Los tratamientos caseros pueden dañar el hígado seriamente.
- No abuses del alcohol, cerveza o vino.
- Nunca mezcles alcohol con medicamentos.
De acuerdo a los especialistas, entre los principales tóxicos que dañan al hígado se encuentran las bebidas alcohólicas, pues destruyen las células del hígado y estas pierden la capacidad de producir los nutrientes para el organismo.
Otros tóxicos no recomendados son el tabaco, el café y los irritantes, así como la comida rápida que contiene conservadores y colorantes.
En cuanto a la alimentación, una dieta alta en grasas como carnes, mantequillas, margarina, y lácteos enteros obligan al hígado a realizar un esfuerzo superior, lo mismo que consumir pasteles, galletas, chocolates y dulces, alimentos ricos en azúcares refinados que provocan aumento de grasa y colesterol.
De igual manera, precisan los médicos, hay que saber que los asados, fritos, a las brasas o a la parrilla, generan toxinas que el hígado debe eliminar.
Por ello es de vital importancia adoptar estilos de vida saludables, realizando ejercicio regularmente por lo menos 30 minutos al día, y consumir abundantes líquidos, vegetales y frutas, carne, pescado (cocido), huevos, pollo, nueces y productos lácteos semidescremados.
La SSH, recomienda de igual manera, vigilar el buen funcionamiento del hígado, realizándose chequeos periódicamente, sobre todo si existe algún antecedente familiar de enfermedades hepáticas.
