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Escrito por: Enrique Provencio D.
El impacto económico de la pandemia en 2020 fue muy diferente en los estados y sus principales ciudades, y la recuperación de 2021 también fue muy heterogénea. Cuando se ven los dos años en conjunto, la conclusión general es preocupante: la mayoría de las entidades sigue acumulando un desempeño negativo, y sus niveles productivos se asemejan a los de 2016, e incluso antes.
Tenemos claro que no todos los indicadores de bienestar se comportan igual que los del producto, y que en el pasado las mayores tasas de crecimiento no siempre se tradujeron en mejoramiento de las condiciones de vida de la población. Esto es cierto, pero a la larga, y muchas veces a la corta, los malos comportamientos productivos acaban afectando el empleo y el ingreso, la tributación y diferentes capacidades para generar bienestar.
Por eso es indispensable tener presente que está ocurriendo con la recuperación. Aquí se exponen varias aproximaciones, tomando en cuenta la información de INEGI sobre las tendencias estatales de la actividad económica al último trimestre del año pasado, que es el periodo hasta donde se ha difundido tal estadística .
Un primer aspecto es que un grupo de estados creció en 2021 por encima del 10 por ciento, bastante más que la tasa nacional, y por razones diferentes. Quintana Roo, Baja California Sur y Guerrero, por ejemplo, se beneficiaron con la vuelta del turismo, pero Tabasco se activó por la construcción de la Refinería Dos Bocas y el petróleo, y Nayarit por otros estímulos. En el otro extremo, Campeche siguió en crisis y la Ciudad de México creció muy poco durante el año pasado.https://googleads.g.doubleclick.net/pagead/ads?gdpr=0&us_privacy=1—&client=ca-pub-7650330611766068&output=html&h=280&adk=2180971670&adf=555761127&pi=t.aa~a.1566041521~i.11~rp.4&w=906&fwrn=4&fwrnh=100&lmt=1653083084&num_ads=1&rafmt=1&armr=3&sem=mc&pwprc=1759360869&psa=0&ad_type=text_image&format=906×280&url=
Como hay una marcada diferencia en la composición de las economías estatales, es explicable que la recuperación haya sido muy heterogénea. El Banco de México presentó un análisis sobre el tema https://bit.ly/3Lph79j y distingue los efectos de la recuperación nacional, de los rasgos sectoriales de las regiones y estados y de sus características particulares. Si se ve de forma agregada por grandes regiones, los estados del Centro están presentando la recuperación más débil, y los del Norte la más dinámica, aunque hay diferencias dentro de las propias regiones.
Un segundo aspecto que se puede destacar es que si se miran los niveles productivos a mayor distancia, aún falta mucho para superar los impactos de la crisis de 2020 y del estancamiento de 2019. En conjunto, por ejemplo, el Estado de México y la Ciudad de México estaban al finalizar 2021 en niveles de producción comparables al 2015. La mayoría de las regiones se equiparaba con lo alcanzado en 2016, y algunos estados registraban una década o más de rezago.
Un tercer aspecto se ilustra en la siguiente gráfica. Cuando se ve el efecto del bienio 2020-2021 en el comportamiento del producto por persona, también se advierte que algunas regiones siguen mostrando un retraso muy marcado. Es el caso de la Península de Yucatán, que acumula una caída de más del cinco por ciento del PIB por persona en estos dos años, o de los estados del Centro-Este (CDMX, Hidalgo, EDOMEX, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala). Solo la región Este ya registra un leve cambio positivo, sobre todo por el crecimiento de Tabasco. En pocas palabras, la recuperación se atoró cuando a casi todas las regiones les faltaba mucho para reponerse del impacto de la crisis.
Regiones. Centro-Este: CDMX, Hidalgo, México, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala; Centro-Oeste: Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco y Michoacán; Este: Tabasco y Veracruz; Noreste: Nuevo León y Tamaulipas. Noroeste: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Nayarit y Sinaloa; Norte: Chihuahua, Coahuila, Durango, San Luís Potosí y Zacatecas. Península: Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Sur: Chiapas, Guerrero y Oaxaca.
Fuente: elaboración propia con datos de INEGI y CONAPO.
Como los problemas económicos ya habían empezado antes de la pandemia, por el estancamiento de 2019, conviene ver este mismo indicador par todo el trienio 2019-2021, y eso es lo que muestra el siguiente mapa: el crecimiento del producto por persona en estos tres años. O más bien el decrecimiento, porque en todas las regiones se identifica un decrecimiento.
Crecimiento regional del producto por personas entre 2019 y 2021
La recuperación de 2021 fue muy distinta entre los estados. A algunas de las entidades que les fue peor, ya venían rezagándose desde tiempo atrás, como a Campeche, Chiapas o Morelos. Otras a las que les iba bien tropezaron con la interrupción de las actividades, como Quintana Roo y Baja California Sur, y les llevará años volver plenamente a sus condiciones previas. Las que prosperaron más desde los noventa, sobre todo por las exportaciones, están volviendo más pronto a los niveles productivos previos a la pandemia. Unos que llevaban un largo periodo de estancamiento están registrando más crecimiento ahora por algunas obras públicas, como es el caso destacado de Tabasco.
Esta por verse si cambian las brechas entre regiones, y sobre todo si cambian para bien, pero lo más probable es que las grandes diferencias entre estados se mantengan pues algunos de los más rezagados están teniendo una recuperación muy lenta.
