Inicio Columnas MORENA, AUN SIN GOBERNADOR, PERO CON SECRETARIO DE GOBIERNO

MORENA, AUN SIN GOBERNADOR, PERO CON SECRETARIO DE GOBIERNO

613
0

Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 9 segundos

+ Alfredo, le falta experiencia, le sobra arrogancia

+ En la “encuesta” lo calificaron con apenas 11.7

Por Martha Elba Torres

Tres ideas pueden definir claramente el perfil del nuevo candidato de Morena-PT a la gubernatura de Michoacán:

«Tienen 30 días de campaña y no han podido alcanzar a Morena en las encuestas», en su presentación como candidato en el salón Cantabria.

“Al que no le guste el procedimiento (de su candidatura) que se vaya. No hay problema”, con su amigo Saul Mora en Artículo 39.

“Soy un soldado de López Obrador”.

A Alfredo Ramírez Bedolla, como le falta conocimiento de la administración pública y experiencia, le sobra arrogancia e intolerancia.

En la supuesta encuesta que realizó el CEN de Morena, estas fueron las calificaciones resultantes de los cuestionarios aplicados:

Raúl Morón Orozco 47.5; Cristóbal Arias Solís 42.4; Carlos Torres Piña 28.3; Fidel Calderón Torreblanca 27.3; Víctor Manuel Báez Ceja 16.3; Juan Pérez Medina 12.4; Arturo Martínez Núñez 12.3; Alfredo Ramírez Bedolla 11.7. (Fuente: Morelia Activa)

Como se puede observar, todos reprobados, pero el hoy nuevo candidato morenista, aun por debajo del desconocido hijo del viejo comunista Arturo Martínez Nateras y la ex candidata a gobernadora en 2015, María de la Luz Núñez, primer lugar en la lista plurinominal para el Congreso local.

Dice también mucho sobre sus escasas habilidades políticas, su remoción en enero de 2019, como coordinador de la bancada de Morena en la 74 Legislatura local. Apenas iniciado el periodo dos curules perdidas, Francisco Cedillo -que luego regresó por presiones- y Wilma Zavala. Se peleó con los petistas y lo arrolló el bloque opositor. Bueno, hasta la vicecoordinadora Cristina Portillo le dio golpe de estado. No operó nada de nada con las otras fracciones.

Y es que “abajo”, la candidatura para Alfredo y la designación de Raúl Morón como jefe de jefes en Morena, volvieron a caer mal. Nuevamente, las decisiones llegan de “arriba” y la democracia interna en ese partido, es como la democracia que enarbola López Obrador: todos calladitos y a obedecer.

Por eso, confiarse tanto en el peso de la marca conlleva riesgos: no hay satisfacción dentro y fuera del guinda. Si nos espantamos en 2018 de las porquerías que hizo el PRI con las candidaturas en Michoacán, Morena lo superó de calle.

Vino ayer Mario Delgado a presentar al nuevo candidato, destacando sus “logros” como fundador del partido en Michoacán y como diputado local. En la administración pública no tiene ninguna experiencia; por ahí un cargo de cuarta en el gobierno de López Obrador en la Ciudad de México y haber sido director del Icatmi.

Por eso el 11.7 de calificación que le otorgó la encuesta, si realmente se levantó.

La pregunta es ¿por qué Alfredo, y no Carlos Torres, Fidel Calderón o Víctor Báez, si estuvieron mejor calificados?

Alfredo siempre fue el favorito de Raúl Morón para la presidencia municipal de Morelia, pero el 19 de abril, el Instituto Nacional Electoral, junto con la de su “padrino político” y la de Félix Salgado, también canceló el registro de su candidatura por no haber presentado informe de gastos de precampaña. Regresó a su curul y se postuló para la elección consecutiva.

Aquí el tema, es que es igualito que Morón y Salgado, se pasa las leyes por donde les digo, y sería ejemplo como gobernador. Si gana. O sea, las y los ciudadanos debemos ser los primeros en exigir el cumplimiento de las leyes si queremos que las cosas cambian y no tolerar más engaños y simulación.

La omisión sí le cayó como anillo al dedo de Mario Delgado: cumplir el compromiso con el diputado federal Iván Pérez Negrón, de hacerlo candidato en Morelia, a cambio de echarse la piedra encima con la iniciativa para la eliminación de 109 fondos y fideicomisos. Y sí que le esta pesando, pues donde se para, la abominación se la echan en cara.

Pero igual, le apuesta al valor de la marca Morena. Y como Alfredo, Iván y todas y todos los candidatos de la 4T, están convencidísimos que tienen el triunfo en la bolsa, que por eso ni hacen campaña. Una pequeña reunión en la colonia, unos banderazos y recorridos por los tianguis, hablado del cambio verdadero y de López Obrador.

Y aún, en el supuesto que gane, con Ramírez Bedolla, la pregunta también es obvia: ¿quién realmente gobernaría Michoacán?

Raúl Morón ya puso -y por tanto dispone- toda su “estructura” de la precampaña al servicio del candidato definitivo. Entonces, el triunfo -si ocurre- quién se lo cobrará.

Circula en redes, que aun sin gobernador, Morena ya tiene secretario de Gobierno. Y el gabinete completo, a cargo de las consejas de Lázaro Cárdenas Batel, coordinador de asesores del Presidente de la República, y de Leonel Godoy Rangel.

Bueno, ya hasta plazos han marcado: apenas gana, renuncia, y se va.

Primero hay que leer de la Constitución del estado, los artículos del 54 al 57: si el gobernador renuncia en los primeros dos años de ejercicio, se convoca a elecciones extraordinarias, un escenario para nada favorable.

En ese tiempo, pueden pasar muchas cosas, incluso que Alfredo se encariñe con el cargo, forme su propio equipo y disfrute a plenitud el poder. El que manda, manda.

Aquí es cuándo uno o una se pregunta: ¿qué pinche necesidad o necedad de llegar a esto? Alfredo todavía ni inicia campaña, pues lo hará el lunes 3 de mayo, así que tendrá solo un mes de campaña, y no le importa! Lo dice con tal desparpajo, que ofende por su falta de seriedad.

Porque quién sabe, pero en 30 días pasarán más cosas. Carlos Herrera trae campaña ascendente, suma liderazgos morenos y trae propuestas concretas, como la expansión de las estancias infantiles, una alerta estatal contra la violencia de género, y el equipamiento con cámaras a patrullas y chalecos para abatir la extorsión y el abuso policiaco, entre otras con las que simpatizo. Un hit el seguro de vida para campesinos, porque se mueren y no tienen siquiera para una modesta caja.

Insisto. Alfredo hace mal en confiarse en el valor de la marca y en definirse como un “soldado de López Obrador”. Michoacán quiere un gobernador que decida y actúe, no uno más de tropa que esté a la espera de orden superior.

Y sí que la marca no está en sus mejores tiempos. El violador de Salgado, el pederasta de Benjamín Huerta, la mentirosa de Clara Luz y ahora el candidato del CJNG para la presidencia municipal de Huetamo, y cuántos más.

                                                                               ***

LA COMIDILLA

Dante Delgado, el sempiterno dirigente de Movimiento Ciudadano, debe darse una vuelta por Michoacán. Tan buen ritmo que trae Mercedes Calderón, única mujer candidata, y Manuel Antúnez, clavándose el dinero del partido. No es la primera vez, siempre hace lo mismo en cada elección, e incluso vende candidaturas. Realmente no se explica en el estado, cómo es que lo mantiene. ¿O acaso el negocio es entre los dos?

La democracia, en voz del tirano, suena a pitorreo…

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here