Inicio País Así van en GUERRERO

Así van en GUERRERO

*A regañadientes, el Congreso local ratifica a Rogelio Ortega *Guerrero insiste en elecciones muy a pesar de vandalismos

1505
0
Foto: elfinanciero.com.mx

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 10 segundos

 

PRI-PVEM 30.3%   PRD-PT 23.7%   MC  5%  PAN 4.3%: El Univesal

 

CHILPANCINGO, 28 de abril de 2015.- (Agencia acento) El último sondeo efectuado por El Universal (entre el 23 y 27 de abril presente) indica que la alianza PRI-PVEM sigue liderando en intenciones del voto para gobernador en Guerrero, con 30.3 por ciento en la intención del voto, con más de seis puntos porcentuales de ventaja sobre la alianza PRD-PT.

Como principal competidor, el partido del sol azteca se ubica con 23.7 por ciento. No aparecen preferencias de Morena, en la encuesta publicada hoy.

La encuesta levantada a partir de entrevistas cara a cara, no se pudo realizar en seis localidades, que representan, dice el rotativo, el 9 por ciento de población credencializada.
Así, el diario aporta resultados con esa advertencia y da cifras sin incluir a esa población y otra, incluyéndola, con base en su voto histórico. En ambos casos la proporción porcentual da cifras relativamente similares y se da el mínimo posible. Estas dan las cifras mencionadas:

Lidera Héctor Antonio Astudillo (56 años de edad), dos veces alcalde de Chilpancingo, ex senador, candidato por segunda vez a la gubernatura, por la alianza PRI-PVEM, con 30 % de intenciones del voto.

Con el segundo sitio, la candidata del PRD, Beatriz Mojica, (42 años de edad) Secretaria de Desarrollo Social en el gobierno de Ángel Heladio Aguirre, virtualmente depuesto tras el caso Iguala, con la agresión armada y desaparición de 43 normalistas, aparentemente entregados y desaparecidos por el crimen organizado. Mojica, es apoyada por el gobernador de Morelos, Graco Ramírez y por el Jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera. Igual que en 2011, Marcelo Ebrard apoyó a Aguirre, junto a otros.
De confirmarse la tendencia que nuevamente da al PRI como puntero, se reducen esperanzas para las izquierdas, contra las que parece operar el voto de castigo de Guerrero, tras el caso Ayotzinapa, cuyos dolientes siguen recorriendo el país, Europa y una docena de países, para denunciar este crimen, del que más que a nadie culpan al gobierno federal, pero no al gobierno estatal de Aguirre.
Ortega, humillado, pero confirmado

Los actos de normalistas y maestros, han mantenido protestas en medio Guerrero y la capital del país, pero ninguno contra Aguirre. Vandalizaron al Congreso y fueron desalojados para permitir la sesión  en la que se ratificó al gobernador sustituto de Aguirre, para un segundo periodo de seis meses.

Legisladores de varios partidos, le escatimaron el voto que Rogelio Ortega suponía tener seguro. Al vencer el plazo de seis meses para cubrir la ausencia de Angel Heladio Aguirre, se especuló sobre la posibilidad de que regresara al poder, ya que terminaba la licencia  de seis meses, el 24 de abril.
La sola idea de que podría retomar el mando y terminar su administración en el plazo oficial de octubre próximo, Ortega hizo comentarios contra Aguirre. Y este, que según el PRD sigue siendo un poder que determina quién puede o no competir por el cargo para sucederlo, azuzó al Congreso, mayoritariamente bajo su control.

Su hijo, Ángel Heladio Aguirre Herrera, fue el líder de la legislatura actual, pero al “renunciar” al gobierno estatal su padre, se quedó solamente como diputado y presidente de la Comisión de Gobierno.

Así, al suscitarse la duda sobre el regreso o no del gobernador con  licencia, su hijo declaró que se ausentaría y no participaría como juez y parte en esa comisión, la encargada de convocar a la asamblea de diputados y votar para aprobar o desechar una segunda licencia y, en su caso, nombrar quien terminaría el mandato malogrado.

Así, fueron casi dos semanas de luchar para conseguir los votos suficientes y finalmente se logró el resultado.

Esto fue una especie de humillación para el inútil gobernador que no parece existir y Guerrero sigue bajo un baño de sangre y suele dar más explicaciones que resultados.
Los “normalistas” aunque encapuchados, han mantenido al estado en jaque, secundando el terror que significan las balaceras continuas que han significado medio centenar de muertos en sus primeros seis meses de “gobierno”.

 

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here