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Sus viejos amigos del PRI le montan toda una parafernalia para su autodestape y lucimiento personal en el Club de Banqueros, donde exilian por una noche la palabra “austeridad”; el titular de la SEMOVI se siente como “pez en el agua” y hasta declama la Suave Patria de López Velarde, pero descarta traicionar al PRD, el partido que le ha dado todo
Por: Ignacio León Montesinos
Especial de Expediente Ultra
Héctor Serrano Cortés, el depuesto Secretario de Gobierno tras la debacle perredista de 2015 y ahora titular de la SEMOVI, aprovechó el espacio “kafkiano” que le ofreció la Fundación Colosio para destaparse como candidato a senador, en 2018, bajo las siglas del Sol Azteca pero arropado y nadando como “pez en el agua” entre viejos conocidos de su “origen político y quereres”, fraguados en sus 20 años de militancia priísta. De esos tiempos cuando –según su anecdotario–, trabajó de taxista y viajaba en metro y microbuses.
Aunque ya con antelación había señalado en una entrevista sus pretensiones de llegar al Congreso como diputado federal o senador de la República, los dirigentes de la Fundación Colosio en la Ciudad de México como el asambleísta Israel Betanzos, le montaron en uno de los lujosos salones del Club de Banqueros de las calles de 16 de Septiembre, una parafernalia digna del mejor marketing político donde no faltó el trío para amenizar el evento y, en su momento, acompañar al invitado especial a adueñarse del escenario.
La tertulia del pasado jueves 10, se transformó en un tinglado que ni mandado a hacer para su autodestape público y lucimiento personal donde, obvio, no faltaron en la escenografía de aparente pluralidad democrática y ciudadana, las preguntas a modo para el titular de la SEMOVI, quien enumeraría entre sus aficiones su gusto por la poesía, la declamación, el canto y la charrería.
El hombre que asegura tener muchos amigos –“hasta gente de MORENA me dice camarada”–, lucía sonriente en la propaganda colocada en cada una de las mesas del salón; elaborada en fina cartulina opalina, a todo color, con el logotipo del café Colosio exaltando su semblanza. Y para no desmerecer en atenciones, una docena de meseros iban y venían por los pasillos ofreciendo bocadillos y bebidas a los asistentes. Nada de austeridades para quién ya se sueña coordinador de la campaña presidencial de Miguel Ángel Mancera para llevarlo a Los Pinos.
Asistentes regulares a las charlas del café Colosio se decían asombrados con la abundancia que rodeaba al evento; nada qué ver con los chicharrones, las palomitas y el café aguado ofrecidos en anteriores ocasiones. Testigo de la abundancia quedó el variado ambigú colocado al fondo del salón al que los saciados invitados no lograron hacer merma.
Por una tarde-noche el polémico Héctor Serrano y sus amigos priístas agrupados en la Fundación Colosio, mostraron a propios y extraños que para los funcionarios de primer nivel del gobierno central no existe la palabra austeridad; si acaso como remembranza de aquella vieja Iztapalapa donde el titular de la SEMOVI y sus viejos conocidos del tricolor quizá jamás soñaron con llegar a las alturas que les permitieran millonarios manejos presupuestales para acrecentar su círculo de amistades y lealtades, ésas que están más allá de las simples y llanas siglas partidistas, sobre todo si de perpetuarse en el poder de la CDMX se trata.
RECITANDO A LÓPEZ VELARDE
Confeso amante de la música y con dotes para la cantada, Héctor Serrano, empero, reculó cuando la presentadora lo invitó a pasar al escenario para entonar alguna canción acompañado del trío que amenizaba la charla. Eso sí, pidió su melodía favorita: “El Andariego”, de Álvaro Carrillo.
Y ya entrado en gastos a lo que sí se animó fue a declamar la emblemática poesía “Suave Patria”, del zacatecano Ramón López Velarde. Sin levantarse de su asiento y un poco nervioso recitó algunos fragmentos. Apenas el auditorio comenzaba a tomarle el ritmo a su entonación cuando el operador político del Jefe de Gobierno, terminó de sopetón con la frase del “relámpago de los loros”. Así, con sólo el proemio y la estrofa inicial del primer acto de la emotiva obra poética, Serrano se ganó el aplauso de la concurrencia, aunque quedó a deberle buena parte de las 33 estrofas de que se compone la “Suave Patria” que hemos escuchado y leído, sobre todo en nuestras mocedades escolares.
LO CORTÉS NO QUITA LO SERRANO
En su argumentación como titular de la SEMOVI adelantó que muy pronto los capitalinos dirán adiós a los trolebuses que han acompañado el paisaje urbano desde hace medio siglo; las añejas unidades serán suplidas por autobuses eléctricos pues, a su decir, ya son infuncionales y para dar vuelta con sus viejos tirantes “necesitan toda una glorieta”.
Serrano Cortés informó además a la concurrencia que también en un futuro mediato los taxis contarán con equipos de geolocalización y sistema de seguridad que serán las “cajas negras” para evitar ilícitos.
Y ya de salida, luego de reafirmar su tesis de vida para no olvidar “sus orígenes ni quereres” y recordar la memoria de su padre en la política, el desaparecido líder priísta y cetemista, Juan José Osorio Palacios, confesó sentirse “a gusto, cómodo, como pez en el agua”, rodeado de sus amigos del PRI con quienes le une un sentimiento “no sólo ideológico sino fraterno”, lo que motivó sin duda que desde el rincón más apartado del sitio, el espíritu de Kakfa aplaudiera a rabiar esta “simbiosis ideológica” del líder de la Vanguardia Progresista del PRD.
Palmares del escritor surrealista que se acrecentaron cuando Héctor Serrano evocó en su discurso la figura de Luis Donaldo Colosio, de quien dijo fue “ante todo un hombre cortés”, y del cual aprendió que a la “cortesía se responde con cortesía”. Aunque algunos se atreven a decir que a la hora de hacerse escuchar y cobrar favores, lo “cortés no le quita lo Serrano” al ex Secretario de Gobierno, y que su bonhomía esconde a una metáfora del Doctor Jekyll y Mister Hyde.
Al término del evento, una nube de amanuenses, brazos extendidos, manos ansiosas de un saludo y rostros tras la selfie, mostró el grado de influencia política que desde su cargo en la SEMOVI sigue conservando Héctor Serrano, el futuro y podría decirse, casi amarrado, coordinador de la campaña presidencial de Mancera.
En el lobby donde le obsequiaban las últimas adhesiones, le planteamos la pregunta que Kafka nos susurraba al oído: ¿Desecha retornar al partido de sus orígenes y quereres, el PRI, en 2018? Pero su respuesta atajó cualquier surrealismo: “mi idea es continuar en el PRD, para mí es la mejor alternativa y le tengo una gran lealtad”. Eso sí, no descartó echar mano del priísmo como peón de su ajedrez político, “las alianzas son buenas, yo creo que hoy estamos obligados a trazar rutas de alianza”, concluyó sonriente y fresco, alejándose entre empellones y pisotones, como todo un candidato en campaña.